Hay mucho trabajo por hacer
En la Argentina se pagan cerca de 2500 millones de pesos por año en siniestros de automóviles, según datos de la Superintendencia de Seguros de la Nación.
En el orden mundial, tomando como referencia cifras del Insurance Information Institute, por lo menos el 10 por ciento del total de los siniestros posee algún componente de fraude o están magnificados.
Si nos referimos puntualmente a nuestro país, podemos decir que sólo se detecta entre un dos y un tres por ciento del monto pagado, con lo cual el potencial de crecimiento de la detección de estos delitos es grande. Hay mucho trabajo por hacer.
En este sentido, el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi) trabaja desde hace muchos años en la problemática del fraude. Hemos desarrollado el Sistema Integrado Sofía, que cruza bases de datos con el objetivo de detectar indicadores fraudulentos. Es decir, sabemos que la sinergia entre las compañías y el cruce de información es lo que da herramientas para determinar e investigar si algún siniestro es fraudulento o no.
Y, desde Cesvi, más allá de administrar este sistema, lo que hacemos es crear un ámbito entre las compañías para que no sólo sea un cruce de datos, sino también para compartir experiencias e información detallada, no sólo de lo que brinde la base de datos, sino respecto de los involucrados.
Se detectan indicadores de posible fraude. Por ejemplo, que una persona haya participado de siniestros de forma reiterada está dando un indicador que después deberá ser analizado por la compañía y corroborar si fue realmente debido al infortunio o un posible fraude.
Hay organizaciones que se dedican exclusivamente a esto. Una gran cantidad de los fraudes son cometidos por particulares que los realizan por primera vez, como el autorrobo o la magnificación de los daños, por ejemplo. Pero la porción que en volumen de dinero se lleva la parte del león está organizada por bandas que, o bien provocan ellas mismas los siniestros o magnifican sus consecuencias. Incluso, llegan a mutilar a personas que, por necesidad o falta de información o de acceso a necesidades básicas, se prestan a este tipo de prácticas. Estas bandas delictivas, muy bien organizadas, tienen todos los eslabones de la cadena sólidamente unidos. Es sabido que involucran a algunos miembros de la policía, de hospitales y hasta de casas velatorias.
lanacionar