A Magdalena Leguizamón le están realizando diversos estudios para determinar cómo avanzar en su tratamiento
Magdalena Leguizamón, la mujer de 66 años a la que le amputaron la pierna equivocada, de acuerdo con lo que denunció su familia, está "estable", según dijo a LA NACION una de sus hijas. Ayer, temprano a la mañana, fue trasladada a la Clínica Urquiza, de Quilmes, para evaluar su salud vascular mediante una angiografía. Con los resultados, se avanzará con interconsultas para determinar cómo avanzar en su tratamiento.
El lunes pasado, Leguizamón ingresó al quirófano del Nuevo Sanatorio Berazategui, donde estaba internada desde el 16 del actual por lesiones en los pies que le habían observado durante una sesión de hemodiálisis en la clínica CENI de Quilmes. Ella consultó en el sanatorio asignado por su obra social, PAMI, y quedó internada.
El cirujano cardiovascular Rafael Rico indicó, la semana pasada, la amputación del cuarto dedo del pie derecho por la necrosis (muerte del tejido) asociada con la diabetes. La operó el traumatólogo Gonzalo Cardozo Montecinos. Rico evaluó que la complicación avanzaba e indicó la amputación de la pierna, por encima de la rodilla. La intervención se adelantó al lunes pasado y fue cuando Cardozo Montecinos amputó la otra pierna.
Tras la denuncia que presentó la familia, intervino la UFI Nº 7 de Berazategui, a cargo de la fiscal Karina Santolín. La funcionaria imputó a ambos médicos por lesiones culposas.
Ayer, la Comisaría 1» de esa localidad bonaerense debía entregar la notificación judicial a Cardozo Montecinos, que, como Rico, posee matrícula profesional activa en el Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires, Distrito II.
Anteayer, según pudo conocer LA NACION, el sanatorio le envió un telegrama de despido al traumatólogo, de poco más de 30 años de edad. El especialista concurría al centro dos veces por semana. El año pasado, presentó con colegas del Hospital Gandulfo, de Lomas de Zamora, un póster sobre cirugía reconstructiva de rodilla degenerativa durante el último congreso de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología, además de concursar por residencias en hospitales porteños o, más recientemente, una beca de perfeccionamiento en traumatología en un centro privado.
Tanto el sanatorio de Berazategui como la clínica de Quilmes, adonde la familia de Leguizamón decidió que la obra social la trasladó cuando advirtieron el error médico, son prestadores del PAMI, que abrió una investigación interna.
Decisiones médicas
Ayer, pasadas las 10, el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires hizo una inspección de oficio en el sanatorio donde ocurrió la amputación. La delegación de la Dirección de Fiscalización Sanitaria revisó registros y habilitaciones. "Está habilitado y la plantilla de personal posee los registros actualizados de sus profesionales, todos con matrícula en la provincia", resumieron ante la consulta de LA NACION.
La historia clínica de Leguizamón describe a una paciente con varios problemas de salud. Tiene hipertensión, insuficiencia renal, disminución visual avanzada y diabetes, que causó las complicaciones en las piernas. Pero la indicación de la amputación, de acuerdo con lo que explicaron sus hijas a los medios desde que trascendió la denuncia por mala praxis que presentaron a la Justicia, en todo momento fue solo de la pierna derecha.
"Mi mamá todavía no sabe lo que pasó. No dio la oportunidad -contó Claudia Fernández a los medios en la puerta de la clínica CENI-. Todavía no sé en qué momento se lo vamos a decir. Es algo que venimos conversando con mis hermanas".
Para asistir en la contención de la paciente y su familia, hoy la visitará un psicólogo del PAMI dentro de la atención coordinada que está recibiendo Leguizamón.
Y, con los resultados de la angiografía, el estudio que se le hizo ayer para determinar el estado vascular, comenzarán las interconsultas para determinar no solo cómo avanzar con la atención de las complicaciones diabéticas en la pierna que no se amputó, como también se podrán recién empezar a responder varias preguntas, además de si la indicación de la amputación era o no correcta.
Se podrá determinar, con la opinión de otros profesionales de centros prestadores del PAMI de la zona que se irán convocando, si se podrá optar por un tratamiento conservador para que la paciente no tenga que volver al quirófano.
Ayer, pasadas las 19, la familia de Leguizamón la esperaba de regreso en la clínica, después de un día de estudios, atenta a las decisiones de los médicos y sin descuidar los avances de las investigaciones por presunta mala praxis contra Rico y Cardozo Montecinos.