Ivanka y Eric Trump: "Estamos mirando a la Argentina; haremos algo"
Los hijos del magnate norteamericano pasaron por Punta del Este, para inaugurar el terreno donde se levantará la Trump Tower
PUNTA DEL ESTE.- Jóvenes, impecables, multimillonarios y emprendedores. Durante dos días , Eric e Ivanka Trump, hijos del magnate de negocios Donald Trump , eclipsaron Punta del Este. Con la fugacidad de un rayo, y la velocidad con la que los grandes hombres de negocios realizan su arte, pasaron por el balneario. Con la diplomacia de los que saben lo que hacen, en un santiamén inauguraron el terreno donde se construirá el edificio que lleva su nombre y la oficina de ventas. El ínterin lo utilizaron para elogiar el balneario, augurar buen futuro a su inversió n y asegurar que continuarán viniendo.
–¿Qué habían oído de Punta del Este antes de llegar?
Ivanka: –Había escuchado mucho por Eric sobre la vibración de la cultura, las tradiciones, la gente, la energía, la pasión y la belleza, todas cosas que he experimentado en las últimas 24 horas desde que llegué, y es increíble. Es muy difícil de describir la energía que se experimenta en un lugar tan único como éste. Es un privilegio estar acá y sentir eso. Es difícil decir que esto es trabajo, ha sido divertido.
–¿Cómo ven el clima de negocios aquí?
Ivanka: –Nos sentimos muy afortunados de tener una combinación de los mejores elementos: una economía robusta y muchos compradores de Uruguay para el proyecto. También han apoyado muy fuerte desde la Argentina. Hay muchos compradores americanos que siguen la marca y que compran nuestros proyectos. Espero que tengamos una venta buena, sólida y diversa.
–¿Qué otras inversiones están gestionando en América latina?
Eric: –Estamos mirando a la Argentina y Brasil muy de cerca. Construiremos algo ahí. Tenemos un gran proyecto en Panamá, que ha sido un éxito. Es el hotel número uno en América Central y también es el más alto. Es increíble y es nuestra primera gloria en esta parte del mundo. Venir a esta región, tener esta respuesta, ver las reservaciones, eso es todo fantástico. Buenos Aires es una ciudad tan linda que creo que es un target. Para nosotros es muy importante crear estos proyectos y que estén bien, porque no se trata de cantidad, se trata de construir lo mejor en cada lugar y, cuando eso se logra, podemos seguir. En eso nos concentraremos aquí.
–¿Qué es lo que disfrutan del negocio inmobiliario?
Ivanka: –Que sea tan tangible. En un mundo que crecientemente no está conectado a nada real, es bueno trabajar duro en crear una visión, definir y redefinir la visión, ejecutarla y crearla, y después tener la prueba viviente de los últimos tres o cuatro años de esfuerzo. Eso me gusta. Además, involucra tantas cosas: requiere creatividad, negociación y financieramente es muy complejo. Son muchos elementos que lo mantienen diferente y divertido.
–Hacía apenas dos años que trabajaban en la organización cuando se desató la crisis de 2008. ¿Cómo cambió su apreciación del sector?
Ivanka: –Se aprende mucho más cuando el clima es difícil que cuando es fácil, así que aprecio mucho las lecciones aprendidas. La realidad es que como organización somos muy conservadores y mi padre anticipó lo que venía y nos puso en una gran posición. Nos hemos capitalizado, hemos comprando muchos activos y adquirido muchas propiedades en Estados Unidos. Encontramos el beneficio en la situación. Es un tiempo para invertir. Como todo en el negocio inmobiliario, si tienes perspectiva de largo plazo y el activo físico que compraste es de calidad, entonces eres fuerte. Nos sentimos fuertes en esto.
–Ambos tienen sus negocios propios e independientes del rubro inmobiliario, ¿por qué?
Ivanka: –Fue el oportunismo y el espíritu emprendedor lo que nos guió en esa dirección. Para mí empezó con el negocio de joyas. No era algo que quisiera, pero vi el vacío en el mercado para lo que estaba diseñando y se expandió en una compañía de moda.
Eric: –Yo hago mucha caridad. Además, ahora tengo una bodega, con la que estamos ganando todos los premios de Estados Unidos. Somos la mayor bodega en la costa este. Es un negocio muy diferente. Pero eso es lo divertido de estar en la Organización Trump: nunca es lo mismo. Construimos los mejores edificios del mundo, los mejores hoteles, compramos los mejores campos de golf. Y el vino, que es muy sexy, complementa el negocio. Hacemos [el reality] El aprendiz, que es increíble para el reconocimiento de la marca, hacemos edificios comerciales. El único denominador común es que todo tiene que ser lo mejor, lo más grande, lo de máxima calidad.
Ximena Alemán
EL PAIS