Jornada de protestas violentas
En Isidro Casanova, familiares y amigos de Diego Lucena, que murió el fin de semana último a la salida de una discoteca, incendiaron y destrozaron el local bailable y un patrullero; por otra parte, activistas ocuparon el edificio del Ejército
Manifestantes que participaban de un reclamo de justicia por el asesinato del joven Diego Lucena, irrumpieron dentro de un boliche bailable de Isidro Casanova, lo destruyeron e incendiaron y procedieron de la misma forma con un patrullero policial.
Los efectivos de la bonaerense que controlaban la zona huyeron del lugar a bordo de una camioneta policial ante la posibilidad de recibir agresiones, pero volvieron con refuerzos de la Guardia de Infantería.
En tanto, la comisaría local fue totalmente vallada ante el temor de que los manifestantes reaccionen de la misma manera, ya que habían anunciado que se dirigirían hacia allí, aunque luego no lo hicieron.
Todo comenzó como un homenaje a Diego Lucena, pero los manifestantes, exaltados, arremetieron contra el boliche, ubicado en la ruta 3 al 7800, cuyo interior quedó destruido por los golpes y el fuego que tomó muebles e instalaciones inflamables.
No conformes con eso, un grupo rompió a palazos un patrullero, lo tumbó y lo prendió fuego utilizando el gas de un aerosol, que rápidamente tomó el tapizado.
La sensibilidad se habría potenciado en las últimas horas, ya que trascendió que la novia de Diego habría sido notificada de que estaba embarazada. Si bien versiones señalan que habrían cerca de siete testigos que habrían dado cuenta de que el joven fue golpeado por una patota, la familia, desde el momento en que supo de la muerte de Diego, imputó a la policía local e inclusive el padre del muchacho, Roberto Lucena, pidió "investigar a la comisaría de San Carlos".
Justamente hacia la comisaría se iban a dirigir en las primeras horas de esta tarde, según anunciaron durante el periplo que empezó en el boliche Invasión Tropical y siguió a cuatro cuadras, donde fue hallado el cadáver del joven.
Sin embargo, un grupo minoritario se quedó en la discoteca y mientras en su interior trabajaban los bomberos, destruyeron el frente, sacaron las letras del cartel con el nombre del local y otros siguieron arrancando piezas del motor del patrullero.
Durante los incidentes frente al boliche, Lidia, la madre de Diego, sufrió una descompensación y tuvo que ser asistida por médicos de una ambulancia.
La pista más firme
Para la fiscalía que interviene en la causa del asesinato del joven Diego Lucena, la pista "más firme" señala que el muchacho habría sido atacado por una patota cuyos miembros conocía.
Así lo señalaron fuentes judiciales, que aclararon que el fiscal Gustavo Bancco no descarta tampoco "la pista policial".
El fiscal ya interrogó "a cuatro testigos y según esas declaraciones todo haría pensar que Lucena habría sido atacado por una patota de 5 ó 6 jóvenes a los cuales ya conocería porque se habría dirigido a uno de ellos llamándolo por el apodo", dijeron las fuentes consultadas.
Echan a dos policías por otra causa
En medio de la polémica, el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, echó de la fuerza a dos policías de la comisaría San Carlos: el suboficial mayor Luis Lara y el cabo Daniel Rebollo, a quien se acusó de haber estado borrachos.
La cartera dijo que este episodio se produjo a las 4 del último domingo, el mismo día en que había concurrido al local Lucena, aunque para el Ministerio se trata de dos hechos diferentes pese a que ocurrieron en el mismo lugar.
Se indicó que como el patrullero de los dos policías ahora desplazados no daba señales, otro móvil fue a buscarlos y encontró el vehículo "en el fondo del patio trasero" del local.
"Al acercarse, los policías observaron que en su interior estaba dormido y en total estado de ebriedad el suboficial mayor Luis Lara, en tanto que el cabo Daniel Rebollo, también borracho, era echado del local por el personal de seguridad", indicó el comunicado oficial.
Se añadió que "los patovicas lo habían desarmado y le entregaron el arma a sus colegas, recriminándoles la actitud del policía, que había provocado un importante desorden".
Rebollo y Lara fueron puestos en disponibilidad el 22 de junio y declarados prescindibles (es decir echados de la Policía) ayer.
Curiosamente el episodio ocurrió en el mismo lugar al que había concurrido Lucena por cuyo crimen se produjeron hoy gravísimos incidentes.
Activistas ocuparon el edificio del Ejército
Miembros del grupo Quebracho ocuparon la explanada del Edificio Libertador, sede del Ejército, para expresar su repudio por el envío de tropas argentinas a Haití.
Los manifestantes quemaron cubiertas junto al mástil, ubicado a metros de la avenida Paseo Colón, algunos de ellos con sus caras tapadas, palos y portando banderas argentinas.
"Si un ejército es nacional, no puede ser un ejército invasor", afirmó Fernando Esteche, dirigente de Quebracho.
Para ingresar, los manifestantes debieron tirar abajo las rejas perimetrales del edificio y, luego de cantar el himno y manifestar su repudio al envío de tropas, se retiraron hacia Plaza de Mayo, donde fueron a solidarizarse con una manifestación de ex combatientes.
Fuente: DyN