La demora del gobierno porteño en renovar contratos. La Ciudad no cumple muchas licitaciones en el plazo previsto
Algunos llamados de concesión debieron hacerse hace dos años, uno, o casi 10 meses
Las empresas se quejan, la oposición política reclama, los funcionarios se defienden y explican. Las licitaciones en la ciudad despiertan mil versiones y acusaciones cruzadas. ¿Por qué las del correo, mobiliario urbano, pantallas de publicidad en vía pública, compactación de autos y recolección de basura no cumplen con los plazos exigidos? ¿Por qué las de subterráneos y reservorios marchan bien? ¿Cuál es la diferencia? Y, en cualquier caso, ¿por qué, más allá de que algunas caminen mejor que lo esperado, hay varias que vencieron hace dos años, uno, o casi diez meses?
Hasta mayo último, cada licitación se manejaba con muy poca interrelación entre áreas. Las secretarías de gobierno involucradas no mantenían reuniones periódicas para definir los pliegos y, así, los prepliegos iban de un lado para el otro y volvían con correcciones interminables.
Desde entonces, Aníbal Ibarra nombró a Raúl Fernández como jefe de su gabinete y, un mes después, le encargó el monitoreo de todas aquellas licitaciones.
Para ese momento, algunas ya estaban vencidas. Las pantallas verdes de publicidad en la vía pública hace dos años que no tienen contrato, el mobiliario urbano (refugios para colectivos, pantallas iluminadas de publicidad, señalética y publicidad institucional del Gobierno) venció un año después y el correo caducó a fines del año último. La recolección de residuos vence en febrero del año próximo, pero ya se anunció que no se llegará sino hasta por lo menos octubre.
Mientras tanto, la extensión de las líneas de subterráneo y la convocatoria para construir los reservorios antianegamientos parecerían tener otro tipo de decisión política.
Concesiones centrales
"Las licitaciones de subtes y reservorios son centrales. Yo las llamo obras no cortacintas ", ensayó Fernández, uno de los hombres de mayor confianza del jefe de Gobierno.
"El subte es parte de la línea estructural de la gestión y, junto con los reservorios, una obra imprescindible para la infraestructura de la ciudad", completó.
Hace un par de semanas, se abrieron los sobres para la extensión de la Línea A y la semana última se hizo el llamado para que el 11 de este mes se abran las ofertas para los reservorios.
De todas las licitaciones adeudadas, el primer contrato que venció fue el de las pantallas tradicionales -las verdes- de publicidad, concedidas a Rainbow. Algunas agencias pretendían que se incluyera esta licitación en la de mobiliario urbano, pero Ibarra aclaró que no lo haría: "Son dos cosas distintas. Licitaremos las pantallas en cuanto esté concesionado el mobiliario urbano", dijo.
Fernández repitió la idea de su jefe y, de paso, reveló que había una corriente interna en el entorno ibarrista "que pretende no concesionarla, sino dejarla en manos del gobierno para que se explote desde allí".
Mientras tanto, la concesión del mobiliario debe ser una de las más conversadas de la historia porteña. Circularon ya al menos ocho prepliegos y se realizaron innumerables reuniones con las empresas interesadas, pero el llamado a licitación no llegó.
"La ley de compre nacional complicó el armado del pliego. Hubo una discusión para frenar el llamado hasta tanto estuviera reglamentada la ley, pero al final decidimos no esperar. De cualquier manera, la ley va a estar incluida en el pliego", reveló el jefe de Gabinete.
La explotación de la publicidad en los refugios y los llamados "chupetes" (pantallas luminosas) podría generar alrededor de $ 50.000.000 por año.
"En la situación actual, los ingresos serían mucho menores. En este marco, el canon para la Ciudad sería mucho más bajo que en otro contexto."
Otra de las discusiones para detener el llamado al que la ley obligaba fue la desventaja que, ante la crisis, tendrían las empresas locales. "Las extranjeras pueden acceder a créditos mucho más beneficiosos y eso marcaría una diferencia muy grande en el momento de hacer la oferta", dijo Fernández, quien consideró que "el pliego podría estar listo en diciembre" y que "alrededor de febrero" podrían abrirse los sobres.
El correo oficial
A fines del año último caducó la prórroga de la concesión que, por dos años, el gobierno porteño le había adjudicado a OCA para manejar el correo oficial (incluye boletas de impuestos, por ejemplo). Pero no se llamó a una nueva licitación, sino que OCA continuó con el servicio.
"Se realizó una contratación directa con un concurso de precios. No fue una prórroga del contrato", explicó Fernández.
Mediante dicho concurso, el costo del correo porteño "bajó de 16 a 10 millones de pesos". De cualquier manera, dentro de una semana se abrirán los sobres de una licitación que debió otorgarse más de once meses antes.
Pero aún no venció la licitación más importante de cuantas llama la comuna, aunque ya se adelantó que los tiempos no se cumplirán: en febrero próximo caduca la concesión para la recolección de la basura, mas difícilmente se adjudique antes de fines de año.
"Acá hubo una discusión por el sistema y, como decidimos cambiarlo, todo tardará más." Los cambios serán: se pagará por zona limpia y no por tonelada, se extenderá de 4 a 8 los años de la concesión, y los grandes generadores de residuos se harán cargo de su basura.
Antes, las modificaciones deberán pasar por la Legislatura, "porque el máximo de años que el Poder Ejecutivo puede concesionar es de cinco y porque es importante la legitimación de otro de los poderes".
Mientras no se licite, los cuatro concesionarios que actualmente manejan el sistema (Cliba, Aeba, Solurban y Ecohábitat) gozarán de una prórroga en un rubro que a la Ciudad le cuesta 140.000.000 de pesos por año.
Y mientras no se cumplan los plazos, quedará como una duda si el Gobierno -por extensión, los vecinos- no podría haber reducido sus erogaciones o mejorado sus ingresos.
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