La Ciudad vuelve a licitar la explotación de Buenos Aires Design, en Recoleta
Después de 25 años, un ícono de la decoración y símbolo de la ciudad entrará en un proceso de licitación, con un marco regulatorio que le otorgará importantes beneficios a la ciudad. Se trata del Buenos Aires Design, de Recoleta, que podría ingresar en un proceso de transformación desde noviembre, cuando finalice el contrato con el operador actual. El shopping seguirá abierto hasta esa fecha, aunque algunos comercios podrían ir cerrando sus puertas de acuerdo a las condiciones de sus contratos de locación.
El Gobierno envío ayer a la Legislatura un proyecto de ley para brindar nuevas condiciones al futuro contrato. El más importante es que los ingresos por el canon mensual, que se calculará cuando finalice el tratamiento de la norma, se otorgarán al Instituto de la Vivienda (IVC) para destinarlos a viviendas sociales. En la actualidad los $400.000 mensuales que paga IRSA, la empresa concesionaria, van al tesoro del Estado y se utilizan en diferentes fines.
Con estos fondos el IVC podrá fortalecer las políticas de urbanización que está realizando en varias villas de la ciudad, donde se están construyendo nuevos complejos habitacionales para relocalizar a los vecinos con mayores necesidades. La villa 20, Rodrigo Bueno y Playón de Chacarita son algunos de los ejemplos.
Fuentes del gobierno porteño contaron que el proyecto que debatirán los diputados gira en torno a la figura Derecho Real de Superficie (DRS), incluida en el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. La misma le otorgará mayor seguridad jurídica al nuevo adjudicatario y a la ciudad, la propietaria del predio, le permitirá aumentar sus ingresos.
En las próximas semanas el proyecto comenzará a circular por las comisiones de la Legislatura y, luego, se espera que se debata en el recinto. Se trata de una ley de doble lectura, es decir, debe aprobarse con, al menos, 40 votos positivos, someterse a una audiencia pública no vinculante y luego volver a tratarse en la Legislatura, donde debe recibir otras 40 adhesiones de los diputados para ser sancionada. Desde ese momento comenzaría a redactarse el pliego de licitación para invitar a todos los interesados.
El proyecto establece que el plazo máximo de concesión será de 70 años, aunque este período seguramente será modificado en la discusión entre los bloques que buscarán un punto intermedio. "Se establece el máximo permitido en la legislación local, pero siempre hay un punto medio en el que las partes se acercan", dijeron desde el gobierno.
El canon que pagará el futuro concesionario es una incógnita, porque aún no puede establecerse ya que se primero se necesita una tasación que realizará el Banco Ciudad de acuerdo a ciertos parámetros técnicos. De esa información surgirá una base que luego puede aumentar en el pliego de licitación. Al momento de presentar los pliegos los oferentes harán su propuesta y el gobierno elegirá la opción más favorable, es decir, la que más economicante atractiva.
Buenos Aires Design funciona desde 1993 bajo la administración de IRSA, empresa que podrá presentarse nuevamente al proceso de licitación. Cuenta con 70 locales, donde funcionan comercios de diversos rubros, cuyos responsables deberán negociar las condiciones de finalización de los contratos. Muchos de los comerciantes son pequeños productores, principalmente del rubro decoración. También hay espacios gastronómicos, artísticos y culturales.
"Nos parece bien que la ciudad decida qué es lo que se hará con un predio tan importante como este. Y cuando sepamos los detalles que contiene el pliego de condiciones decidiremos si participaremos o no", anticipó Sergio Dattilo, gerente de relaciones institucionales del grupo IRSA.
A pesar que la concesión vence el 18 de noviembre, IRSA tiene tres meses para entregar el predio en condiciones por lo que la fecha límite será el 18 de febrero. Para ese momento el gobierno espera ya tener aprobada la ley y definir el nuevo adjudicatario, que podría ingresar al predio en forma inmediata.
El inmueble cuenta con protección histórico, por lo tanto la actividad que allí se realice no debe atentar contra el patrimonio de la ciudad. Los rubros que se proponen en el proyecto de ley son comerciales, turísticos, servicios culturales, exposición y venta, gastronomía, cines y teatros.