Mar del Plata. La defensora del pueblo, contra las fiestas rave
Dice que el Estado no debe promoverlas
MAR DEL PLATA.- La defensora del pueblo de este distrito recomendó a las autoridades municipales la suspensión de las próximas fiestas electrónicas previstas en escenarios públicos de esta ciudad. Así se suma al planteo que la semana pasada hizo el ministro de Salud bonaerense, Claudio Mate, partidario de la prohibición de este tipo de encuentros.
Mónica Felices, a cargo de la Defensoría del Pueblo local, dijo ayer a LA NACION que mientras en el mundo "se dejan de lado estas fiestas porque allí se consumen drogas químicas y sintéticas aquí no sólo vamos a contramano, sino que es el Estado el que facilita los estadios".
Se refiere a las raves -así se las llama en el ambiente- que se realizaron en el estadio polideportivo Islas Malvinas el último sábado y en enero de 2005.
Felices sostuvo que el Estado "no debe ser cómplice" de estas fiestas y por lo tanto no debe aceptar ni acompañar su organización.
El encuentro del sábado pasado, donde se presentó el DJ galés Sasha, reunió a más de 4000 personas que bailaron hasta la madrugada. Allí estuvo prohibida la venta de bebidas alcohólicas y, aunque fue imposible limitarlo, también se había anunciado que tampoco se podría fumar.
La funcionaria recomendó al intendente municipal, Daniel Katz, y a otras autoridades locales que suspendan una fiesta programada para el próximo 11 de febrero y otra prevista para enero del año próximo. "En principio hay que revisar la validez de esos contratos", señaló.
Sostiene que el de las fiestas electrónicas es un ambiente en el que se consumen drogas sintéticas como el éxtasis. "En la fiesta del año pasado se consumió alcohol y fue detenido un vendedor de éxtasis", apuntó. Y acotó que, aunque aún no tiene información oficial, trascendió que otras dos personas habrían sido aprehendidas el sábado intentando comercializar ese tipo de drogas.
Felices recordó que países como Francia o Alemania han prohibido o limitado este tipo de fiestas. Pero aclaró que su idea no es vedarlas por completo en este distrito, sino que su organización y desarrollo se haga en espacios privados y sin apoyo oficial. "Si queremos ayudar a los jóvenes -afirmó-, el Estado no debe contribuir a lo que no es sano."
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