La historia de tres argentinos que se ganan la vida gracias a Los Beatles
Un carnicero, un óptico y un peluquero homenajearon a los músicos con sus negocios y son un éxito; además hoy se realiza el festival Experiencia Beatle a 50 años del último show de la banda
La picardía argentina, el humor cordobés y la rapidez para los negocios son cosas que en este país no se discuten. Tampoco el fanatismo. Y así fue que, con una mezcla de estos factores, Pablo Marcelo Arana, un ciudadano de Alta Gracia, provincia de Córdoba, de 35 años, decidió en 2014 abrir una carnicería a la que denominó Paul McCarne. Aunque en el momento de la inauguración en el pueblo pocos entendieron el chiste, para él y su cuñado fue de lo más divertido. "Una noche buscábamos un nombre para la carnicería y surgió ese luego de ver un CD de McCartney. Esa fue una de las causas. Además yo soy Pablo, de donde sacaría Paul, también me llamo Marcelo, que tiene la M de Mc, y Carne por la carnicería", cuenta entre risas con una marcada tonada.
Pero él no es el único que se inspiró en los cuatro de Liverpool para denominar su pyme. También lo hicieron Alejandro Pérez Gua, dueño de la óptica Lennon, y Gerardo Weiss, el propietario de la primera peluquería Beatle de América latina, más conocida como la Pelubeatle.
Como la vigencia de la banda es tanta -de hecho, hoy en Palermo se realizará el Festival Experiencia Beatle- LA NACION cuenta tres historias de argentinos que se ganan la vida con negocios inspirados en sus ídolos.
Paul McCarne, la carnicería que hace productos veganos en homenaje a Paul
Cuando Pablo Arana y su cuñado pensaron en abrir el negocio ni se imaginaron lo que vendría después. Primero quisieron generar un ingreso, después encontraron un nombre gracioso que supo pasar desapercibido durante más de seis meses. Sin embargo, ocurrió una de esas cosas que uno piensa que nunca suceden: un amigo del músico Paul McCartney llegó a Alta Gracia en 2014 por el Rally Dakar que se realizó en esa provincia y, al ver la carnicería que está ubicada en la avenida principal de la ciudad, le sacó una foto y se la mandó al cantante.
Días después, el mítico bajista de los Beatles publicó la imagen en su cuenta de Twitter con la leyenda: "A friend of mine saw this on holiday. How hilarious! Love Paul" (Un amigo mío vio esto durante sus vacaciones. ¡Qué divertido! Cariños, Paul). Y desde entonces Arana se convirtió, casi, en un famoso, según su propio relato: "Nadie se había dado cuenta del nombre de la carnicería pero después de eso salió en todos los medios. Recién ahí la gente se dio cuenta y les pareció muy ingenioso. Además, sentimos que Paul nos había dado el 'Ok' con su publicación".
A friend of mine saw this on holiday. How hilarious! Love Paul
Una foto publicada por Paul McCartney (@paulmccartney) el
Aunque la carnicería, como cualquier otra, no tenía más que unos carteles con precios y la carne en exhibición, después de eso fue redecorada. Pablo le agregó cuadros de la banda e hizo una gigantografía en la que se lo ve a él tocando la guitarra como si fuese un Beatle más. Pero el homenaje no quedó ahí. Como el compositor es vegano, Arana también preparó productos en su honor y, desde que McCartney se presentó por última vez en Argentina y prohibió el establecimiento de puestos de venta de choripanes y hamburguesas cerca de sus recitales en pos de proteger a los animales, vende estos productos, en versión vegana: los hace con soja y verduras.
Arana no deja de soñar y espera, algún día, conocer al artista. "Lo estuvimos esperando por Córdoba pero no pasó, si viniera a la carnicería sería algo muy lindo. Sé que es difícil porque no come carne, pero por ahí aunque sea por Córdoba llega", se entusiasmó.
De la quiebra al "repunte" por Los Beatles
Gerardo Weiss es un reconocido estilista por ser el dueño de la primera peluquería temática de Los Beatles de América latina. Su fanatismo, que hoy lo convirtió en una estrella y que durante la última década lo llevó a la fama, puso en riesgo su estabilidad económica y laboral.
Hoy la "Pelubeatle", como la llama Weiss, es más que un éxito. Ganó un premio en Liverpool por ser una de las mejores cuatro peluquerías beatles del mundo y se llena a menudo con famosos pero apenas tomó el estilo de los británicos estuvo más cerca de decir 'Goodbye' que 'Hello'. Y así lo explica su dueño. El abrió su negocio en 1988, es peluquero de damas y toda la vida se dedicó a eso hasta que un sueño le cambió el rumbo. "Soñé que ellos (Los Beatles) venían a la peluquería y fue tan real el sueño que lo quise cumplir, pero ahí me fundí porque la gente pensó que sólo me iba a dedicar a ese tipo de cortes".
Así de insólito como se lee, Weiss, de 56 años, despertó una noche soñando que Paul, Ringo, John y George lo esperaban en la puerta de su local para ser atendidos pero que él todavía no había llegado para abrir. "Fue tan real que bajé como un sonámbulo a ver si estaban en la peluquería. Cuando me di cuenta que era un sueño me dio mucha bronca y en el impulso saqué todas las fotos convencionales de cortes y empapelé el salón con afiches de colección que tenía. Cuando la gente vio el cambio se retrajo y quedé casi sin clientela. Todos decían que no iba a andar", contó.
Y así fue. Durante días y días la gente se alejó hasta que un periodista curioso hizo una nota que tuvo eco hasta en medios internacionales. Después llegaron corresponsales de Japón y hasta de la BBC. "Así fui levantando. Estaba endeudado con 15 tarjetas de crédito, tuve que vender mi auto para salir de las deudas, había días en los que no teníamos ni para comer porque no venía nadie y después se produjo el milagro hasta que la peluquería fue premiada como una de las mejores cuatro peluquerías beatles del mundo, por eso, el año pasado viajé a Liverpool", contó.
Pero el fanatismo de Weiss no se agota sólo en la estética de su local: su hijo se llama Lennon y fue el primer chico en tener ese nombre en el país ya que, batalla judicial mediante, logró en 2003 que en el registro civil le permitan anotarlo como Lennon Weiss. "Tuve que poner un abogado porque la jueza no me dejaba. Pero lo logré y ahora permite usar el nombre. A mi hijo le gusta. Me contaba que en la escuela la profesora lo felicitó porque su nombre y apellido pegan, todos me dicen lo mismo. Si fuera Lennon Gómez no iría", dice, feliz con la ocurrencia.
Para verte mejor: una óptica en homenaje a John
En Palermo, Alejandro Pérez Gua, de 28 años, tiene una óptica a la que llamó Laboratorio Óptico Lennon. Su gusto por el músico y un poco de picardía marketinera hizo que se le ocurriera el chiste entre los anteojos que caracterizaron al beatle y el nombre de su emprendimiento. Aunque la explicación para él es más profunda y encuentra en su historia coincidencias con la vida del artista.
"Empecé a los 18 años y me pasó algo parecido a lo de John. No tenía ganas de estudiar, pero me sentía con la presión de hacerlo. Empecé arquitectura, hice dos años pero me di cuenta de que no era lo mío. Mientras tanto, hacía changas para la óptica de mi madre", relata. "Lo mío era la música, pero la combiné con el negocio". Y recuerda: "Lennon dejó la facultad y se dedicó la música; yo, a la óptica que lleva su nombre. Esas cosas me hacen sentir más identificado con él aunque, por suerte, no tengo una Yoko Ono", dice y se ríe.
Pérez Gua tiene decorado su local con elementos beatles y esto llama la atención de sus clientes. Es un plus para atraerlos, cree. "Hay muchos que no se dan cuentan del chiste del nombre hasta que entran al local, ven la decoración y escuchan la música que siempre es de ellos o de los '60, '70 y '80", cuenta.
Por supuesto, la pata fuerte de la óptica es la línea de lentes de diseño Lennon y, como Weiss, el peluquero, Alejandro tiene sueños recurrentes con los intérpretes de Yellow Submarine. Sueña que toca con ellos o que charlan. La diferencia es que mientras el pelubeatle desea cambiarle el look a McCartney, Pérez nunca haría eso con Lennon. "Para él, los anteojos redondos siempre", dice, y explica: "Diseñaría mil modelos de lentes Lennon pero los redondos son los que le van a él. Esos no se pueden cambiar".
Como en todo negocio, los tres tuvieron épocas buenas y otras no tanto. Sin embargo, parece que con Los Beatles como padrinos siempre hay repunte.
A 50 años del último show, un día 100 % beatle
Para la banda no pasa el tiempo y cada día suma fanáticos. Los comerciantes que se inspiraron en ella son sólo un ejemplo de los miles y miles de personas que a diario se tatúan, viajan, prometen, pintan o se inspiran pensando en los músicos. Hoy desde las 17, la Sala Siranush, ubicada en Palermo, será el epicentro del Festival Experiencia Beatle.
"Los Beatles pegan directo al corazón. Su música genera un contacto emocional como pocas manifestaciones artísticas y es por eso que la gente suele hacer cosas irracionales. Recordemos los gritos de las chicas, los coleccionistas que buscan cosas inverosímiles como un trozo de sábana donde haya dormido alguno de ellos... Lo más importante, 50 años después, sigue siendo el placer y el entrenamiento que nos brinda su música, como si fuera el primer día que la escuchamos", dice Fernando Blanco, uno de los organizadores del evento que tiene como finalidad reunir en una jornada y en un mismo espacio todas las expresiones fanáticas que aúnan a los beatlemaníacos.
Habrá desde música, charlas, subastas y exposiciones de diseño hasta juegos para los más chicos. Sin embargo, Marcelo Nusenovich, otro de los organizadores y director de Universo Música, afirmó que "la atracción principal será la actuación de Nube 9, la banda que integra el Hall of Fame de la Beatle Week de Liverpool, que presentará el CD La historia de John Lennon en canciones y hará un set con grandes éxitos de Los Beatles de la etapa 1966-1970". También estarán Baltasar Comotto, guitarrista de la banda del Indio Solari, y Walter "Willy" Piancioli, cantante de Los Tipitos.
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