La justicia dispuso que los chicos del hogar del padre Grassi queden bajo la tutela del Arzobispado de la ciudad
Más temprano ya se había suspendido el desalojo a raíz de un pedido del Consejo de los Derechos de Niños, según confirmaron voceros del organismo a lanacion.com; afirman que no están dadas las garantías
La Justicia resolvió esta noche que la docena de chicos alojados en un hogar dependiente de la Fundación Felices Los Niños de Chacarita, que se resistían al desalojo, podrán quedarse en esa sede pero bajo el cuidado del Arzobispado de la Ciudad de Buenos Aires.
Así lo resolvió la jueza de Menores Myriam Rustán de Estrada, al disponer que el Hogar San Juan de Dios, de la calle Charlone al 700, siga funcionando con los doce chicos que no querían irse.
Fuentes del Arzobispado señalaron a lanacion.com que están ocupados y preocupados por el tema y que esperan que se complete la orden lo más pronto posible en beneficio de los niños involucrados.
Fuentes judiciales indicaron a la agencia DyN que la magistrada ordenó que los menores queden bajo la tutela del Arzobispado de la Ciudad de Buenos Aires, porque fue a través de esta entidad que se realizó la denuncia inicial sobre los presuntos abusos y malos tratos. En tanto, no podrán ingresar personas vinculadas a la fundación del cura Julio Grassi.
Según las fuentes, el Arzobispado deberá nombrar un director, un subdirector y un tesorero para que se hagan cargo del lugar, mientras que -junto al Consejo del Menor- se resolverá quiénes serán los celadores que se encargaran del cuidado de los menores.
Suspensión. Más temprano voceros del Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes porteño habían confirmado a lanacion.com la solicitud a la jueza para que intervenga en la protección de los chicos y evitar dañar la integridad física de los menores, que se resisten a abandonar el lugar.
"Pedimos a la justicia que tome una decisión con respecto a lo que está pasando. Esta situación es de alta gravedad e inadmisible", deslizaron desde el Consejo de Minoridad.
"Cada día esto se exacerba más. Mi hermano está destrozado, como cualquier padre al que le secuestran un hijo", dijo Alejandro Grassi, hermano del sacerdote.
Protesta. Medio centenar de vecinos del barrio porteño de Chacarita protestaron durante las primeras horas de esta mañana frente al hogar en contra del desalojo, mientras dos policías permanecían apostados en su puerta de ingreso, en Charlone 753, para evitar incidentes.
El viernes por la noche comenzó el desalojo de algunos de ellos dispuesto por denuncias de abusos y malos tratos de los niños asistidos en el lugar.
"Queremos decir a la jueza que nos queremos quedar acá. Si nos sacan de acá, no sabemos adónde vamos a ir. Nos separan de nuestros hermanos y amigos", dijo a LA NACION uno de los niños.
Rustán de Estrada ordenó el 23 del mes pasado reubicar a los niños en otras instituciones. El plazo para finalizar la reubicación de los 48 menores venció el viernes pasado, por lo que la jueza había ordenado concluir el traslado de los niños.
Cientos de personas participaron ayer de la protesta y de la misa frente al hogar. "Vine porque no se están respetando los derechos de los chicos. No comparto la idea de que los saquen, independientemente de lo que pase con el padre Grassi [que está siendo investigado por 17 denuncias de abuso y corrupción de menores]", señaló Graciela Crubellati, vecina de Chacarita.