El homicidio de Ponce de León: los habitantes de Chascomús aún no salen de su asombro. La Justicia, tras la pista de un instigador
Investigan si hay un quinto integrante de la banda que se mantiene prófugo; no descartan que el móvil haya sido económico
CHASCOMUS.- Un oscuro entramado de intereses surgió, en las últimas horas, detrás del horrendo crimen de Mauricio Ponce de León, el chico discapacitado asesinado a cuchilladas, golpeado y abandonado en un descampado cerca de la laguna de esta ciudad.
Mientras los cuatro imputados por la autoría material del homicidio parecen cada vez más comprometidos ante la Justicia enredados en sus propias contradicciones o silencios, la compra del Club de Empleados de Comercio, de cuyo edificio la familia de Mauricio tomó posesión hace diez días, alimentó ayer las sospechas en el pueblo y puso en escena a nuevos personajes que podrían haber tenido algún tipo de participación en el hecho.
Consultada por LA NACION la jueza del caso, Laura Elias, no descartó que la investigación siga esa dirección y que, como resultado, haya más imputados y detenciones en la causa, algo que también sostuvo el fiscal de Dolores Roberto Miglio Santos y el comisionado Juan Carlos Puyade, titular la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Dolores.
El resultado de los peritajes indicó que los 31 cortes que presentaba el cuerpo de Mauricio fueron hechos con dos cuchillos distintos.
Además, tenía hematomas que serían el resultado de haber sido arrollado con su propio auto y luego arrastrado, por lo que se presume que fue asesinado en un lugar distinto del que fue encontrado el domingo último.
Tanto en el auto, un Peugeot 206, como en el lugar en que fue encontrado el cuerpo, se hallaron pelos y sangre que se están analizando y se cotejarán con la de los cuatro detenidos.
Elias se mostró lejos de coincidir con el optimismo policial en cuanto al esclarecimiento del crimen. "La investigación recién comenzó", dijo la jueza.
De los cuatro imputados, tres ya declararon: Pablo Brandoni, Diego Urquiaga y Daniel Torrado. Matías Bustingorry sería indagado hoy.
Brandoni, el primero en hablar, se presentó el domingo en la casa de los Ponce de León y dijo que sabía algo del asesinato. El papá de Mauricio lo llevó a la policía. El chico habría incriminado a Urquiaga como autor material, pero aseguró no haber participado en el hecho. Torrado, a su turno, dijo haber asistido a una fiesta de casamiento que duró toda la tarde.
Urquiaga dijo que habría salido con su novia y que tendría testigos que acreditan su presencia en varios lugares.
En su declaración reconoció haber estado esa tarde con Ponce de León y haberlo acompañado a lo de Brandoni. También dijo que el sábado por la tarde recibió el celular de Mauricio de manos de Brandoni, bajo amenazas de represalia.
Hace un año, Mabel Valentín, la tía de "Perico" -como todos conocían aquí a Mauricio- compró el local del Club de Empleados de Comercio, que en los últimos años se había visto reducido, por falta de aportes, a una penumbrosa pieza con un par de billares y varias mesas donde los parroquianos pasaban las horas jugando a las cartas.
El resto del edificio había sido dividido y dado en alquiler: al frente funciona, desde hace más de cuatro años, el All Sport Café, un pub adornado por vitrinas con recuerdos de deportistas locales y regenteado por Leonardo Tanzi. Arriba estaba el Bolivian Blond, un boliche bailable clausurado tras las inspecciones que también llegaron a Chascomús luego de la tragedia de República Cromagnon.
Con parte del dinero de la indemnización cobrada por el joven tras el accidente ferroviario en el que hace nueve años perdió sus piernas, Mauricio encomendó a su tía la compra en una subasta por un costo de $ 301.000.
La familia no pudo tomar posesión debido a que el titular del Club de Empleados de Comercio, Ruben Bricio, un ex diputado provincial del PJ, interpuso todo tipo de recursos ante la Justicia para impugnar la operación.
Pero esos obstáculos fueron sorteados hace diez días, cuando la Justicia permitió el traspaso formal del bien. Entonces, Mabel instruyó a su abogado, José Ochoa, para que negocie el nuevo contrato con los inquilinos dueños de los comercios y le pidió que exigiera la salida definitiva de Bricio y su club del edificio.
Ayer, Tanzi y Bricio negaron rotundamente haber ejercido presión sobre Mauricio o su familia y dijeron desconocer el origen de las sospechas alimentadas en su contra.
Tanzi también rechazó la sugerencia del fiscal Miglio Santos, que no descartó que el tráfico de droga pudiera ser otro ingrediente del asesinato, ya que, dijo, habría indicios de "distribución" de drogas en los locales que funcionan en el lugar.
Testimonios que ya están en manos de la Justicia señalan que existirían lazos comerciales entre Tanzi, Bustingorry y Torrado.
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