La ley que generó diez meses de controversias

Si la semana próxima se sanciona en la Legislatura la modificación al Código Contravencional, se habrá terminado con una pelea entre el Ejecutivo y el cuerpo que nació en marzo último.

El jefe del Gobierno, Fernando de la Rúa, pretendió desde el comienzo que la oferta y la demanda de sexo en la vía pública fuera penada. Los legisladores de la UCR, apoyados por el Frepaso, hicieron oídos sordos al pedido y sancionaron una norma que ni siquiera mencionaba la prostitución callejera. De ahí en más, el caos.

Manifestaciones de vecinos por un lado y de travestis y meretrices por el otro. Filas de autos en Palermo Viejo, que se constituyó en una especie de gueto de quienes comercian con el cuerpo, quejas de De la Rúa y nuevos proyectos del Ejecutivo.

En la Legislatura, en tanto, los ánimos parecían radicalizarse aún más y lo que se escuchaba era "no sancionaremos", mientras las minorías del PJ y de Nueva Dirigencia se erigían en fiscales de la Alianza en favor de los vecinos, que llegaron a instalar una carpita en la puerta del teatro General San Martín.

Pero las urnas pudieron más que las voluntades y, haber perdido la Capital en las internas de la Alianza, fue mucho para el jefe del gobierno porteño. Comenzó entonces una especie de operación política para torcer los criterios de quienes se mostraban en sus trece. Y parece que lo logró.

Pero no sucedió lo mismo con el Frepaso, cuyos legisladores, varios de ellos, siguen pensando que penar la oferta y la demanda de sexo es, sencillamente, un desatino.

Lo cierto es que a los diputados les espera una semana movida luego de la Navidad.

Si cumplen con el orden del día, tienen en carpeta 34 leyes, aunque ellos mismos dicen que sólo llegarán a sancionar ocho: presupuesto, préstamo del BID, residuos patogénicos, nombramiento de los jueces en comisión, ajuste y realización del Código de Planeamiento Urbano, entre otras.

Quedarían para el año próximo leyes como la de salud, modificación al código de edificación, ente regulador de servicios públicos (vetada por De la Rúa) por nombrar sólo algunas.