La nueva "clase o": los obligados a elegir con el bolsillo
Sólo el 17% de la clase media accede hoy a bienes y a consumos vinculados históricamente con ese sector; el resto debe optar, "o" pagar un colegio privado "o" la prepaga "o" el auto "o" las vacaciones
Hacia el final de la película, Lulú, un obrero metalúrgico italiano, deliraba con la existencia de un muro, detrás del cuál se hallaba la tierra prometida de los trabajadores. Así se explica el título del film: La clase obrera va al paraíso. Ese paraíso, que por muchos años en la Argentina significó el acceso masivo al consumo, al techo propio, a la educación, al auto, a las vacaciones y a una mejor calidad de vida, registra por estos días límites muy difusos. Ese ideal, que alguna vez se definió como clase media , se convirtió en un limbo, en el que casi todos creen estar, aunque nadie sabe muy bien dónde está la puerta de entrada y la de salida.
Si se les pregunta a los argentinos por su propia condición social, 9 de cada 10 responden que pertenecen a la clase media. Si se tiene en cuenta el nivel de ingreso, las mediciones de las distintas consultoras indican que el 78% de los hogares pertenece a la clase media. Por debajo queda un 15% de los hogares en los que el ingreso mensual familiar es menor a 2400 pesos –según los números oficiales, sólo el 6,5% de los hogares vive en la pobreza–. Por encima de la clase media, sólo se ubica el 7% de hogares: la clase top de la pirámide, que tiene un ingreso familiar superior a los 27.000 pesos.
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Últimamente la clase media ha estado en boca de políticos e intelectuales. Pero, ¿de qué se habla cuando se habla de clase media? La pertenencia a esta clase se alimenta de muchos mitos, aunque en realidad, hoy los hogares que acceden a los bienes, servicios y consumos que históricamente se asociaron con este sector son apenas el 17%. ¿Qué es entonces la clase media? La brecha entre ricos y pobres. "Esa es la mejor definición, en vista de las contradicciones que implica hoy ser un clase media", detalla Guillermo Oliveto, director de la consultora W, especializada en consumo. Conviene definirla por lo que no es, dice. "No son ricos ni pobres".
"La clase media es un atajo que se usa para englobar a toda una región de la sociedad, que no existe. No sólo es heterogénea, sino que hay partes que no tienen nada que ver entre sí. Estamos asumiendo que tienen algo en común y no es así. En 1955 existía un corte de clase muy visible en la actitud política. Hoy hay sectores medios que votaron al Gobierno y sectores de clase media que lo detestan. La clase media está más fragmentada que nunca", apunta el historiador Ezequiel Andamovsky, autor de La historia de la clase media.
Pero, ¿se puede decir que una familia tipo de dos adultos y dos hijos, que dispone de 2400 pesos al mes, pertenece a la clase media? ¿Podría pagar un colegio, mantener un automóvil o irse de vacaciones? Las últimas mediciones de consultoras como Ecolatina o CEMA indicaron que los ingresos de una familia deben oscilar entre los 12.200 y 18.000 pesos para permitir el acceso a los bienes y consumos a los que históricamente se asociaron a la clase media, sin grandes lujos. Esto es, para mandar a los hijos a un colegio con subsidios, pagar un alquiler, alimentarse y pagar otros gastos como medicina privada, ropa, salidas.
Según los datos de la consultora W, hoy sólo la clase media alta accede a lo que históricamente se asoció a los consumos y bienes típicos de la clase media, es decir, sólo el 17% de los hogares responde al arquetipo de la clase media. El centro de la pirámide se divide en tres: los que subsisten, los que eligen y los que acceden.
"No existe gran diferencia entre las características de la clase baja con la clase media baja. Es un grupo que tiene un ingreso familiar promedio de 3900 pesos, con el que no puede pagar cuotas de colegios privados, no tiene prepaga y los subsidios representan una parte importante de su economía. Para ellos, autodefinirse como clase media es una cuestión asociada a la dignidad", define Oliveto.
La clase media típica, que tiene un ingreso promedio familiar de 8200 pesos, tampoco accede a los consumos tradicionales de clase media, según la consultora W. Este grupo se define porque elige. "O" manda a los hijos a una escuela privada, por lo general con subsidio y tiene una prepaga económica, "o" cambia el auto "o" se va de vacaciones. La definición pasa por la "o". La creencia de que la clase media manda a los hijos a escuelas privadas cae por tierra cuando se comprueba que el 72% de los alumnos secundarios concurre a colegios públicos.
El representante de la clase media típica tiene una expectativa menor con respecto al futuro. La clave es la certidumbre con respecto al trabajo. Quiere vivir y que no le compliquen la vida. Recuperó tranquilidad, tuvo aumentos de sueldo. Sus miembros volvieron a comprar electrodomésticos, detalla Oliveto. Tal vez, no se compraron el LCD cuando salía 8000 pesos, agrega el analista, pero ahora que sale 2500, sí. Compraron una moto, que es el auto del que no llega al auto. Hoy, su gran desafío pasa por consolidar lo que recuperó: la dignidad del consumo, grafica Oliveto.
Sin embargo, para este grupo, como para la mayor parte de la clase media, el techo propio se convirtió en una utopía. Hoy, en la ciudad de Buenos Aires, sólo 6 de cada 10 hogares tiene dueño de su techo. Durante la anterior década eran 7. Además, la clase media baja y media típica, durante la última década no ahorró, algo que definía a la clase en décadas anteriores y que históricamente fue la base del progreso social.
"Un rasgo que también perdió la clase media es su fantasía de ascenso social. Es algo que comenzó en los 90. Claro que quiere progresar, pero se empezó a pensar en forma pesimista hacia el futuro. Se dejó de creer que los hijos de uno iban a estar mejor, que el galardón del esfuerzo es un ascenso social", apunta Andamovsky.
La clase media alta constituye ese 17% que accede a los bienes y consumos que viven en el imaginario social cuando se habla de clase media. En promedio, disponen de unos 17.000 pesos para sus gastos, lo que, según el caso, les permite llegar a fin de mes con algún margen.
"No obstante, es el grupo que vive más estresado en términos económicos. Aspira a lo mismo que la clase alta, pero sus ingresos son el 40% de los de la clase top. Este grupo se mueve por el circuito de lo privado: poder pagar el colegio de sus hijos, tener medicina prepaga. Para ellos, resignar eso significaría una pérdida social a futuro", dice Oliveto. Este sector, si tiene que definirse a sí mismo, diría que es un representante de clase media, no media alta. No siente que se dé grandes lujos, no hace grandes ahorros. Sin embargo, siente que entre su situación y la de las personas más ricas de la Argentina no puede haber sólo un escalón. No siente que haya ascendido socialmente. "De hecho, no lo hizo. En cambio, fue el resto de los representantes de la clase media que descendieron socialmente", detalla Oliveto.
Clase media alta
17%
A los pequeños "lujos" con los que tradicionalmente se asoció a este sector hoy sólo accede una minoría; el ahorro, casi imposible.
lanacionarDEL EDITOR: qué significa.
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