Crítica situación de una paciente santafecina. Le robaron el dinero para operarse
Romina, de 25 años, esperaba viajar mañana a Cuba; si no la intervienen podría quedar ciega
SANTA FE.- Romina Kessler tiene 25 años y, desde la adolescencia, padece retinosis pigmentaria atípica, por lo que no puede enfrentar las luces, ni siquiera mirar televisión.
Mañana iba a viajar a Cuba para someterse a una intervención quirúrgica. Pero no podrá ser: los 6000 euros que ha venido reuniendo su familia desde hace dos años, con el aporte de recitales y de donaciones, le fueron robados anteayer a su padre cuando los retiraba de una casa de cambio, en el centro de esta capital.
"Me destrozaron la única ilusión de mi vida: poder curarme, mirar el sol, vivir dignamente", sostuvo Romina, desconsolada.
El padre de la joven, Jaime Kessler, reunió los pesos argentinos que había logrado obtener durante los últimos años y se trasladó hasta una casa de cambio en el centro de la ciudad.
El hombre realizó la operación en esa entidad y se dirigió de inmediato hasta una playa de estacionamiento cercana, donde había dejado su automóvil.
En ese lugar, se le acercó una persona para comentarle que le habían chocado el vehículo.
Sorprendido en su buena fe, Kessler bajó para ver lo que había pasado con el auto.
Fue entonces cuando otro malviviente le arrebató el dinero y ambos corrieron hasta perderse entre los transeúntes del microcentro santafecino.
Dinero casi justo
Con la plata que habían obtenido los Kessler apenas si alcanzaba para que Romina pudiera pagar el pasaje y costearse la intervención quirúrgica.
La operación había sido convenida con una profesional de aquel país, que la atiende desde los 18 años.
Con esa intervención la joven esperaba poder enfrentar con mejores oportunidades una enfermedad progresiva que, si no se la detiene, puede ocasionarle ceguera.
"Estaba previsto que se realizara un implante de tejido adiposo orbitario en la parte posterior de la retina, para evitar que siguiera empeorando.
"Como es irreversible, todo lo que [la enfermedad] destruye ahora se pierde para siempre. Todas las células dañadas que tengo en este momento ya no las recupero más", explicó Romina.
Profundamente entristecida por lo que le ocurrió a su padre, Romina espera ahora de la ayuda de más gente para poder reunir el dinero que le impida quedarse ciega.
"Que caigan todos"
"No tengo ninguna ilusión, pero tampoco ninguna opción. Esta es una enfermedad que no se atiende en un hospital público, sino que es una emergencia médica.
"Sólo espero que el gobierno se haga cargo de algo, que me dé la respuesta que me prometieron, y que caigan los delincuentes, tanto los que le robaron el dinero a mi padre como los que avisaron que ese hombre llevaba mucho dinero. Que caigan todos", insistió la joven.
Quienes deseen colaborar con Romina Kessler pueden realizar aportes a la cuenta Nº 26617/1, de la filial 340, del Banco Credicoop.