Liberan a una mujer y a un ingeniero
Después de pasar casi 30 días en manos de una banda de delincuentes, en la madrugada de ayer, fueron liberados una joven, de 26 años, y un ingeniero electrónico, que habían sido secuestrados el 3 y 2 de abril últimos.
Fuentes policiales y judiciales identificaron a la mujer sólo con su nombre de pila, Gisella, que fue raptada a quince cuadras de su casa, situada en el country Santa Bárbara, en el partido de Tigre.
Mientras que los informantes identificaron al ingeniero como Rodrigo Rodríguez Varela, que fue secuestrado un día antes, minutos después que salió de su casa, situada en Martínez, y cuando iba acompañado por su esposa.
Según los relatos realizados por el ingeniero y por la joven ante la policía, ambos estuvieron cautivos en el mismo lugar y fueron liberados en el mismo remise.
"Con el mismo remise que abordaron en Moreno, la joven y el ingeniero se dirigieron al country Santa Bárbara, donde vive Gisella, y desde allí, Rodríguez Varela llamó por teléfono a su esposa para avisar que estaba bien y que lo habían liberado", dijo a LA NACION uno de los investigadores.
Ambos fueron liberados luego de que, anteanoche, la familia de la joven pagó 42.900 pesos de rescate. Una semana antes, los parientes de Rodríguez Varela habían pagado 33.000 pesos para que la banda liberara al ingeniero.
A pesar de tener el dinero, los delincuentes se tomaron siete días para liberar al ingeniero. El rescate por Rodríguez Varela se había pagado el jueves último, por la noche, en una villa de emergencia situada cerca de la estación Boulogne.
"Aparentemente, los secuestradores esperaron cobrar el rescate por Gisella para liberar a los dos juntos. Se trata de una cuestión de costos y de seguridad. El riesgo para mover a uno de los cautivos es el mismo que deben correr para mover a los dos juntos, así que los soltaron a los dos juntos", explicó uno de los investigadores.
Rodríguez Varela había sido secuestrado en Martínez, allí fue interceptado por delincuentes, luego de apoderarse de los objetos de valor que tenían en la casa, los malvivientes se llevaron cautivo al ingeniero; a su esposa la obligaron a subir a otro vehículo y la abandonaron en el puente Garín, de la Panamericana y le dijeron: "En una hora lo tenés en tu casa".
Poco más de una hora después, la mujer recibió la primera llamada extorsiva, en la cual le pidieron 100.000 dólares para liberarlo sano y salvo.
Anteanoche, los familiares de Gisella dejaron su vivienda en el country Santa Bárbara, del partido de Tigre, y tuvieron que ir hasta la estación de Temperley. Allí abordaron el tren con rumbo a la estación Ranelagh y, luego de pasar por la estación Claypole, arrojaron el bolso con el dinero.
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