Los argentinos, lejos de la ciencia
En tinieblas: una encuesta revela que la investigación se considera menos importante para el desarrollo que la educación o la economía.
Con motivo de su décimo aniversario, los editores de la revista Ciencia Hoy, dedicada a la difusión de la actividad científica local -y producida ad honorem por un grupo de destacados científicos de diversas áreas-, decidieron evaluar cuál es la percepción que los argentinos tienen de la ciencia local.
"Sería ingenuo suponer que la ciencia está en el centro de las preocupaciones de los argentinos -explican los responsables-, pero también es cierto que se ignora qué ubicación tiene esta actividad dentro del conjunto de las preocupaciones sociales". Para averiguarlo, decidieron encargar al estudio Mora y Araujo una encuesta que comprendió 400 casos (hombres y mujeres con educación secundaria completa).
Los resultados -publicados en el último número de la revista- indican que la ciencia es considerada un factor de desarrollo muy secundario, muy alejada de la educación, la justicia, la salud y la economía. Los jóvenes de 18 a 20 años parecen ser los más escépticos. El 74% opinó que la ciencia nos conducirá a la deshumanización debido a que cada vez se depende en mayor medida de la tecnología; y el 64%, que puede producir descubrimientos nocivos. El 55%, por su parte, considera que persigue intereses particulares y no los que tienden al bien común.
"La actitud más optimista proviene de las personas mayores de 56 años -dicen los editores-. Entre ellos, el 64% cree que la ciencia mejora la calidad de vida de la gente. La gran mayoría considera muy importante que exista desarrollo científico en la Argentina; sin embargo, el 54% coincide en que, para el desarrollo del país, hay muchas otras prioridades." Sólo el 24% de los consultados por Ciencia Hoy piensa que la investigación tiene un papel preponderante en el desarrollo humano y material. Por el contrario, el 62% cree que sus avances están al alcance de una pequeña fracción de la sociedad.
Con respecto a los científicos, la opinión mayoritaria es que el problema argentino no radica en la falta de gente calificada, sino en las condiciones en las que deben desempeñar su actividad. Es más: el 97% de los entrevistados cree que "en la Argentina hay científicos muy capaces, pero coartados por la falta de apoyo y recursos" y "que la mayoría debió emigrar a los países avanzados (95%)". Todo demuestra que es poco lo que se sabe acerca de la ciencia local. Entre otras cosas, casi ninguno de los entrevistados fue capaz de identificar el nombre de un investigador actual. Los más conocidos son René Favaloro y César Milstein.
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