Los cuatro grandes problemas de Google según una exdirectora
Jessica Powell llegó a ser la vicepresidenta global de Google cuando decidió dar un paso al costado hace dos años.
La noticia generó sorpresas y una incógnita: ¿Quién decide renunciar a un cargo de esas características y al que aspiran miles de personas?
La mujer, que tras su renuncia tuvo su tercer hijo, escribió un libro y cofundó una nueva empresa, contó al diario El País el por qué de su alejamiento y marcó cuatro puntos que aún no logró responder el gigante de los buscadores.
"Todos estos problemas no han aparecido de repente y se les ha tenido que buscar soluciones. Son problemas que las empresas siempre han tenido. La privacidad para Facebook es un problema casi desde el inicio, no desde el día uno, pero sí desde 2008. Nunca han aprendido la lección. ¿Por qué? Porque nunca ha impactado en su número de usuarios", detalló Powell antes de enumerar los problemas que tanto Google, como otras grandes empresas de Silicon Valley atraviesan y no resolvieron.
La tierra del pensamiento único
Para Powell, uno de los problemas es que siempre son las mismas personas las que deciden y diseñan.
"El otro día tomé un Lyft. Esto me pasa muchas veces. Era de noche y volvía casa [en San Francisco]. Y el conductor me dice: '¿Vives aquí, verdad?'. También me hubiera podido decir: '¿Tienes novio o marido?' Esto es algo que a mi marido nunca le han preguntado. Recuerdo que cuando Uber y Lyft empezaron, sobre todo Lyft, se suponía que el conductor debía ser tu amigo. Esperaban que te sentaras delante. Y yo y todas mis amigas empezamos a decir: cómo voy a sentarme al lado de un tipo que puede cerrar las puertas, que puede tocarme. Seguía sentándome detrás y el conductor me decía: 'No eres amable' y cosas así.Ese es el tipo de experiencia que, si hubiera habido mujeres implicadas en la creación de Uber o Lyft, se habría anticipado", graficó la mujer y remarcó: "No se trata de que un grupo sea mejor que otro. Se trata de experiencias distintas"
Primero el negocio, luego los principios
Para la exGoogle, en el mundo de las empresas de tecnología los problemas son dos: por un lado está cómo conseguir ganar dinero; por el otro, como esquivar los problemas que trae ese dinero. "No puedes decirle a los anunciantes que puedes definir a cada usuario por su pixel más diminuto y agarrarte la cabeza ante los políticos cuando les decís que las máquinas no pueden saber si malos internautas usan tu plataforma", ejemplificó.
Redefinir los valores para no ser el nuevo Wall Street
Para Powell lo que sucede con Silicon Valley se asemeja a lo que sucedió con el sector financiero en los años 80. La diferencia es que la premisa de los que llegan a California es, además de ganar dinero, "cambiar el mundo".
"Todas estas compañías deben madurar, deben convertirse en más profesionales, más responsables y podrán mantener sus valores. Pero también pueden acabar tan mal como el sector financiero", analizó la mujer.
La revolución vendrá desde los empleados
Uno de los mayores miedos de estas empresas es volverse incapaces de captar a los mejores perfiles para que se sumen y hagan crecer más el sector. Incluso, los reclamos de estos empleados cuando el rumbo se tuerce, pueden ser la clave.
"No he visto marchas así en Goldman Sachs o en cualquier otro lugar. No es que piense que los empleados vayan a salvar estas compañías, pero creo que son una de nuestras mayores esperanzas", dijo Powell.