Los trillizos de 18 meses que luchan contra todo para salir adelante
Andrea Angeleri y Nicolás Frontan son padres Santino, Olivia y Thiago, trillizos de 18 meses. Olivia, la única mujer, nació con Sindrome de Down y a Thiago le diagnosticaron un tumor maligno, el cual tuvo que ser extirpado de inmediato. Perdió el riñón derecho y desde entonces realiza tratamientos de quimioterapia. Días antes de Navidad, la familia se encontraba en Uruguay por un trámite cuando Nicolás sufrió un infarto y debió ser operado a corazón abierto en Montevideo.
Hoy, vecinos de Campana y amigos de la familia se solidarizaron con su situación e iniciaron una campaña en las redes sociales para acompañar a la familia y juntar fondos para cubrir los gastos de médicos. En diálogo con LA NACION, Andrea cuenta el difícil momento que atraviesa su familia y la conmoción que vive por la solidaridad de sus vecinos.
"Yo viví más de 10 años en Estados Unidos y siempre renegué del país, pero hoy, después de todo lo que viví, me doy cuenta de que no hay persona más solidaria que el argentino", dice entre lágrimas. "El amor que recibí de gente que no me conoce y me escribe con una oración o una palabra de aliento ses inmenso".
Andrea tiene 40 años y vive con su familia en Campana. Habla desde el hospital Austral, mientras espera novedades de su hijo Thiago, que el pasado 22 de diciembre fue internado por fiebre y desde entonces permanece en observación. "Mi marido se puso tan nervioso cuando lo internaron que le dio un infarto mientras cargábamos nafta", cuenta, y relata la angustia del momento. "Le hicieron un cuádruple bypass en una operación a corazón abierto".
Nicolás paso Navidad solo, en el hospital de Montevideo, porque Andrea tuvo que volver a la Argentina para cuidar a su hijo internado. Recién el jueves último Nicolás pudo volver al país tras ser dado de alta y se encuentra en reposo.
Una historia de dificultades
La vida de Andrea y Nicolas cambió para siempre hace un año y medio, cuando Andrea dio a luz a trillizos. Durante años habían intentado tener hijos y tras someterse a un tratamiento de fertilización asistida tuvo a Santino, Olivia y Thiago. Nacieron prematuros, de 32 semanas.
Olivia es la única trilliza en argentina en nacer con Síndrome de Down y desde pequeña ha sufrido distintos problemas de salud que la llevaron a largas estadías en el hospital con cuidados especiales. "Hoy, Olivia usa una sonda nasogástrica diaria para no bronco aspirarse", cuenta Andrea, y explica que estas complicaciones son comunes en bebes con Síndrome de Down.
En agosto de 2018 le diagnosticaron cáncer de riñon a Thiago, otro de los trillizos, quien tuvo que ser sometido a una operación para extirpar el tumor, conocido como Tumor de Wilms. "Thiago perdió el riñón derecho y desde entonces realiza tratamientos de quimioterapia", explica Andrea, que se pasa varios días en el hospital.
"Yo tuve que cambiar mi manera de pensar", dice Andrea. "Cuando le diagnosticaron cáncer a mi hijo dejé de creer en Dios, pero la solidaridad de la gente me hizo volver a creer".
Otro golpe
A fin de año, la familia se encontraba en Montevideo cuando recibieron una llamada de la madre de Andrea, quien cuidaba de Thiago, que no había viajado con el resto de la familia producto de su enfermedad. Ante un cuadro de fiebre, su abuela lo había llevado al hospital Austral, donde los médicos decidieron internarlo en observación para buscar el origen de la infección.
Nicolás recibió la noticia en una estación de servicio, mientras la familia cargaba nafta, y sufrió un infarto. Se desvaneció de inmediato. "Por suerte no estábamos en la ruta", dice Andrea, e intenta encontrar algo positivo entre tanto dolor.
"Nunca tuve tantos nervios, ni en el parto", dice mientras cuenta que debió manejar hasta el Hospital Evangélico, como pudo, sin conocer la ruta del país vecino. Nicolás fue derivado ese mismo día a otro centro de salud, El Centro de Investigación Cardiovascular Uruguayo, donde fue operado horas más tarde y despertó recién el 24 por la noche. "Cuando vio los fuegos desde la habitación del hospital, se dio cuenta que era Navidad. Nosotros estábamos en la Argentina", lamenta Andrea.
Tantas complicaciones médicas trajeron problemas económicos en la familia. Nicolás no puede trabajar desde el accidente y al ser independiente, la familia se ha quedado sin ingresos.
Andrea, por otra parte, no puede trabajar porque dedica su vida a cuidar a los tres pequeños. Solo de obra social, tienen un gasto mensual de $20.000, sin contar los medicamentos, acompañamiento terapéutico y cuidados para Nicolás, que se encuentra en reposo.
Andrea no está sola en la lucha. "Un grupo de amigas, también madres de trillizas, me dijeron que yo necesitaba pedir ayuda, que sola no podía con todo, y así empezaron la campaña", cuenta, y se le pone la piel de gallina. Abrieron una cuenta en Instagram desde donde se puede seguir la historia y colaborar con Andrea y su familia para salir adelante.
Para colaborar, se encuentra abierta una cuenta en el Banco Santander, a nombre de Angeleri Andrea Verónica, o bien mediante Mercado Pago, mediante el usuario angeleri_andrea@yahoo.com. Cualquier ayuda, por más mínima que sea, resulta de suma importancia.
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