Los vecinos gestionarán sus parques
La Ciudad planea extender a los principales espacios verdes una experiencia de participación vecinal
Los vecinos de Buenos Aires están un poco más cerca de disfrutar de los parques que les gustaría tener. Porque el gobierno porteño extenderá a los principales espacios verdes un programa de participación vecinal que ya se desarrolla con éxito en el parque Avellaneda.
La historia de ese parque cambió su rumbo en 1989, cuando después de años de abandono los vecinos tomaron las riendas de la situación y comenzaron a cuidarlo. A ellos se sumó el gobierno porteño en 1996, y desde entonces deciden juntos desde dónde colocar un banco hasta qué actividades ofrecer a los vecinos.
La Mesa de Trabajo y Consenso (integrada por todos los vecinos que desean participar y los funcionarios del gobierno pertenecientes a las áreas con injerencia en los espacios verdes) se pondrá en marcha en otros parques importantes de la ciudad.
El Lezama y el Rivadavia son dos candidatos firmes para comenzar a extender el sistema, según se informó.
Los parques tendrán un administrador que será el interlocutor de los vecinos con el gobierno porteño. "Hoy, si los vecinos quieren hacer un reclamo por algún problema en un parque tienen que hablar con 20 funcionarios; con este sistema los trámites se simplifican", explicó el administrador del Avellaneda, Enrique Esperanza.
La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) se encargó de diseñar el funcionamiento de este sistema de participación vecinal, que era inédito en el país.
En pocos años, las 25 hectáreas que conforman el segundo pulmón verde de Buenos Aires se convirtieron en un modelo de espacio público participativo.
Cuidado entre todos
Uno de los objetivos de los vecinos era promover el cuidado del parque y de sus árboles y plantas. Para asegurar el éxito de su misión, organizaron un equipo de 30 voluntarios que los fines de semana recorren el parque cuidando que nadie arroje desechos fuera de los cestos, que no se juegue al fútbol en los sitios donde no está permitido y que no se destruya la vegetación.
Su misión se apuntala con tareas educativas: en el parque funciona el primer centro de capacitación ambiental de la ciudad, donde se dictan talleres, cursos y seminarios gratuitos de ecología urbana, bonsai, horticultura, jardinería, alimentación natural, paisajismo y observación de aves.
Otra de las líneas de trabajo apunta a convertir el parque en un aula a cielo abierto. Por eso se invita a las escuelas a trabajar en conjunto y pensar entre todos las necesidades de los chicos y los docentes. Se organizan visitas guiadas a las muestras de arte contemporáneo de la casona de los Olivera, al vivero de la ciudad y a la muestra de esculturas al aire libre.
En el Complejo Cultural Chacra de los Remedios se pueden ver muestras de arte, películas, espectáculos de música, danza, teatro y circo, participar en talleres abiertos o asistir a las actividades especiales para chicos.
El éxito de esos talleres hace que cada fin de semana la capacidad de las salas se vea superada y muchas personas se queden con las ganas de participar de los encuentros.
Para que el proyecto se conozca más, los vecinos crearon un sitio en Internet: www.parqueavellaneda.org.ar, donde se puede encontrar información sobre la historia, la flora, la fauna y las distintas propuestas de participación del parque.
En la página se pueden ver la programación mensual de espectáculos, exposiciones de arte, proyecciones de cine, cursos, talleres, seminarios y actividades para chicos que ofrece el parque.
De prosperar la iniciativa del gobierno porteño, otros parques de la ciudad adoptarán el método del Avellaneda y se convertirán en grandes centros recreativos a cielo abierto.
Preocupación
Los vecinos que participan de la mesa de consenso del parque están preocupados porque la Ciudad decidió disolver, por medio de un decreto, la categoría de dirección que tenía dentro de la estructura gubernamental el área Parque Avellaneda.
"No entendemos por qué quieren disolver una experiencia tan exitosa como ésta", comentó preocupado el vecino e integrante de la mesa de trabajo del parque, Daniel Conte.
El secretario de Medio Ambiente y Espacios Públicos de la Ciudad, Eduardo Ricchiuti, se apresuró a aclarar que el parque seguirá funcionando como hasta ahora a pesar de la modificación legal y que la disolución de la categoría de dirección obedece a razones presupuestarias: "Como queremos trasladar la idea a otros parques, es muy caro tener un director a cargo en cada uno, por eso vamos a crear la figura de coordinador, para repetirla en otros parques", dijo el funcionario.
"El plan de manejo será el mismo, seguirán trabajando la mesa de consenso, el coordinador, no se modifica nada. El cambio de categoría es sólo por una razón de costo administrativo", agregó Ricchiuti.
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