Malbecaster, o cuando el vino la rockea
Juanchi Baleirón acaba de presentar un malbec del Valle de Uco elaborado en sociedad con el enólogo Marcelo Pelleriti
Juanchi Baleirón, voz y guitarra de Los Pericos, señala un punto en común entre quienes hacen música y quienes hacen vino: "En ambos casos, uno se expone al gusto del otro. Arranca del gusto propio, escribe una canción, y luego se expone a que al otro le guste o no, y lo mismo pasa con el vino". Esa cuota de riesgo, de hacer algo que puede funcionar, o que no, es lo que para este músico une a ambos mundos. Quizás por eso es que hoy también hace pie en el mundo del vino; ayer nomás, presentó en sociedad a su Malbecaster 2014.
"Es un malbec 100% del Valle de Uco [Mendoza], con 12 meses en barrica", cuenta Juanchi, que durante la presentación de su vino se colgó una stratocaster para tocar algunos temas junto a Marcelo Pelleriti, enólogo con quien se asoció en este proyecto. "Malbecaster tiene el estilo que a mí más me gusta en los vinos: frutón, con hombros, que va a aguantar y que es estructurado, con madera. Hoy están muy en boga los vinos más ácidos, más minerales, sin madera, pero este apunta a algo clásico, que es lo que más me gusta tomar. Después, ¡el rock lo meto yo!"
El vínculo entre el vino y el rock es cada vez más evidente en el ámbito local. Andrés Ciro Martínez, ex cantante de Los Piojos y actual de Ciro y los Persas, presentó recientemente su blend 27, elaborado por la bodega Los Toneles; Pedro Aznar lanzó hace un par de años su línea de vinos Abremundos; Gustavo Santaolalla hizo lo mismo con Cielo y Tierra; Felipe Staiti, guitarrista de Enanitos Verdes, cuenta con un vino con su nombre, y la lista sigue. Del otro lado, algunos enólogos argentinos se animan a recurrir al imaginario y la poesía del rock para dar nombres a sus vinos: Ji ji ji, Otra piel y Crua-chan son tres etiquetas de la bodega Gen del Alma, que rinden homenaje a canciones de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Gustavo Cerati y Sumo.
Un corte y un malbec
"La locura de hacer un vino siempre está dando vueltas, pero a medida que va pasando el tiempo te das cuenta de que es un trabajo y que tienen que estar dadas las condiciones de tal manera para que uno deje de tomar vino y disfrutarlo, y que el vino se convierta en un trabajo –dice–. Así lo veía hasta que un día Marcelo [Pelleriti], con quien tengo una relación de amistad, dijo que me iba a regalar una barrica para que haga lo que quiera. Me dijo: vení, hacemos un corte y te lo regalo."
El corte todavía no vio la luz y se llamará, cuando lo haga, Gran Baleirón. "Después, Marcelo me preguntó si me gustaría hacer un vino para salir al mercado", cuenta Juanchi, que obviamente no se negó. "Le dije: Me gustaría hacer un 100% malbec y tengo un nombre: malbecaster, que reúne a la uva y a la stratocaster o telecaster". Y así como Juanchi no se negó a la propuesta, Pelleriti no dudó en tomar el nombre. El resultado son las 10.000 botellas que comienzan ahora a llegar a las góndolas de las vinotecas. Para rockearlas con buen vino.
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