Una patota del barrio. Matan a un adolescente en Palermo Chico
Tenía 16 años; hay dos detenidos
La discusión comenzó por motivos que todavía se desconocen. Minutos después, la violencia se había ganado una nueva víctima. Un joven de 16 años murió ayer en la zona de Palermo Chico, a metros de la embajada del Uruguay, después de haber sido atacado por una patota integrada por al menos nueve adolescentes de entre 14 y 17 años, todos vecinos del barrio.
La víctima fue identificada por la policía como Matías Bragagnolo, que cursaba el quinto año del secundario en el Colegio Esquiú, en el barrio de Belgrano.
El hecho –con algunos ribetes similares al incidente en el que murió el joven correntino Ariel Malvino en Ferrugem, Brasil, este verano– fue caratulado por la Justicia como muerte dudosa y es investigado por la comisaría 53a. de la Policía Federal.
En la causa hay dos detenidos. Según agregaron fuentes con acceso al expediente, uno de los menores preso está sospechado de haber golpeado en forma salvaje a Bragagnolo. El otro, de arrojarle una piedra. Otros siete chicos, que ya recuperaron la libertad, están involucrados en la causa en razón de que habrían participado de la pelea. Las fuentes señalaron que todo comenzó minutos después de la 1.30 de ayer en un quiosco situado en Salguero y Gelly, en Palermo Chico, a metros del Malba y del Museo Renault.
A ese lugar había llegado Bragagnolo junto con dos amigos para comprar unas bebidas. Allí estaba otro grupo de adolescentes, integrado por nueve chicos de entre 14 y 17 años. Bragagnolo y sus dos acompañantes, ambos llamados Santiago, habían llegado al maxiquiosco a pie. Venían de la casa de una amiga, en el piso 14 del edificio situado en Ortiz de Ocampo 2882, a metros de la embajada de Uruguay, con la consigna de comprar unas bebidas.
"Los tres chicos [la víctima y sus amigos] estaban muy bien vestidos. Querían comprar bebidas alcohólicas, pero les dijimos que no se las podíamos vender. De pronto comenzó una pelea y un chico le pegó una trompada a otro. El golpe lo hizo caer al piso", dijo a LA NACION Lucas Linos, el quiosquero que atendió a Bragagnolo y a sus amigos.
Según los investigadores, la gresca no obedeció a ningún motivo en particular. "Todo comenzó por una actitud «patoteril» de uno de los grupos", explicó una fuente consultada.
Los nueve adolescentes involucrados (dos de ellos, detenidos) provienen de familias de clase media alta y declararán hoy ante la jueza de Menores María Teresa Salgueiro, dijeron a LA NACION fuentes del caso.
Según los investigadores, la pelea que había comenzado en el maxiquiosco continuó a metros de Salguero y Figueroa Alcorta, cerca de un puesto de venta de diarios.
Allegados a la víctima dijeron que Bragagnolo y sus amigos fueron golpeados por la patota de chicos.
Los dos amigos de Bragagnolo pudieron zafar del ataque y comenzaron a correr por Figueroa Alcorta hacia Ortiz de Ocampo. Matías se quedó demorado y cuando parecía que había logrado escapar fue alcanzado por un cascote que habría sido arrojado por uno de los acusados, explicaron fuentes de la causa.
"En principio, la autopsia determinó que la muerte había sido consecuencia de un edema pulmonar. Pero resta un examen médico más completo para determinar si ese edema fue producto del cascotazo o de la paliza que le dieron al chico", dijo un vocero del caso.
La patota comenzó a perseguir a Bragagnolo, que, al igual que sus amigos, corría por Figueroa Alcorta hacia Ortiz de Ocampo para llegar a la casa de su amiga.
Los supuestos atacantes fueron interceptados por un policía de la comisaría 53a. "Ellos afirmaron que un muchacho les había robado un celular."
El agente y el grupo de adolescente entraron en el hall del edificio situado en Ortiz de Ocampo 2882. Allí estaban Matías y sus amigos. Hubo una discusión. Algunos dijeron que también había habido golpes. De pronto Bragagnolo se desvaneció. Minutos después murió.
Juan Carlos Blumberg es conocido de Marcelo Bragagnolo, padre de la víctima. El ingeniero acompañó al papá de Matías a la comisaría 43a. para averiguar cómo había muerto el joven, que tiene un hermano mellizo -Martín- y uno menor, Manuel, de 8 años.
"Lo que pasó es terrible. A este chico lo atacó una patota de menores", afirmó Blumberg a LA NACION.
lanacionar