Mauricio, el nene del identikit, se va a reencontrar con Luciano
Cuando su mamá se enteró de que lo estaban buscando se comunicó con LA NACION para coordinar un reencuentro; "Cuando nos veamos quiero jugar con él, invitarlo a mi casa, ver películas, comer, todas esas cosas", dijo el nene
A los dos les gustan los dinosaurios, leer y les va bien en la escuela. Los dos se recuerdan como "solidarios" y buenos compañeros. Pasaron los años, pero el cariño perdura. Y aunque son chicos, tienen el corazón grande.
Días atrás, Luciano, un nene de 9 años de Río Grande, Tierra del Fuego, dibujó un identikit de Mauricio, un ex compañerito del Jardín de su misma edad con el que perdió contacto hace al menos cuatro años. LA NACION contó esa historia de búsqueda.
Ellos fueron juntos en las dos últimas salitas del Jardín y parte de primer grado, pero Luciano y su familia se mudaron y perdieron contacto. Luciano nunca dejó de buscar y preguntar por Mauricio pero, como parte del Jardín se prendió fuego, se perdieron papeles y su mamá no pudo dar con el apellido del nene. Fue tanta la insistencia de su hijo que días pasados le pidió que haga un dibujo para subirlo a Facebook y ver si así lo encontraban. ¡Y pasó!
Cuando LA NACION vio la historia en las redes, se comunicó con Luciano. "Si Mauricio se contacta con ustedes, díganle que quiero volver a ser su amigo, quiero que se conozca con mis otros amigos nuevos, compartir otra vez con él, conocerlo mejor", dijo hace unos días al diario.
Horas más tarde, Valeria, la mamá de Mauricio se comunicó con LA NACION para ver la forma de que su hijo se reencontrara con Luciano. "Mi hija vio la nota en Facebook, pero nunca nos imaginamos que se trataba de mi hijo. A la noche me etiqueta una amiga y me pregunta 'Mary, ¿buscan a tu bebe?. Entré a la nota de nuevo, leí la historia y le preguntamos a Mauricio si era él. Si se acordaba del golpe en la nariz, y él recuerda que eso pasó, que le dio un papel. Hasta el día de hoy le siguen gustando los dinosaurios", contó a este medio.
Mauricio y su familia están muy emocionados. Él por el reconocimiento de quien fue su amigo y su mamá y hermanas por la gratificación de que el nene haya dejado ese recuerdo en un compañero.
A Mauricio y a Luciano los reencontró un recuerdo, pero los une mucho más que eso. "Lo busco porque en el Jardín que lo conocí, cuando me caí, él vino a ayudarme. Me caí de nariz al piso, me salió sangre y él vino y me ayudó. Él era nuevo pero llamó a las enfermeras que había en el Jardín y me trajo un papelito para que me deje de sangrar. Ahí me hice amigo", había contado Luciano a LA NACION. Y algo así recuerda Mauricio: "Leí la nota. Me acuerdo algo de Luciano. Cuando se lastimó la nariz le llevé un papel para que se limpie".
A los dos les gustan los dinosaurios y, aunque todavía no se encontraron, hay una sorprendente coincidencia más: ambos quieren ser paleontólogos cuando sean grandes; aunque Mauricio también quiere ser arquéologo. Su dinosaurio preferido es el Anquilosaurio.
Él tiene muchas expectativas con el reencuentro: "Cuando nos veamos quiero jugar con él, invitarlo a mi casa, ver películas, comer, todas esas cosas. Me causó emoción ver que me está buscando porque era mi mejor amigo y hace mucho que no lo veía. Un poco me había olvidado pero ahora quiero ser su amigo de nuevo. En el Jardín siempre él llevaba cosas para que juguemos en el recreo". Y planea para su futuro: "Nos vamos a juntar a jugar".
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