Los alegatos en el juicio por la AMIA. Memoria Activa dijo que el menemismo fue la conexión local
Culpó al juez Galeano y a la DAIA
Con acusaciones al gobierno menemista de integrar la conexión local del atentado contra la AMIA, feroces críticas contra el juez federal Juan José Galeano, que investigó el caso, y durísimos cargos de encubrimiento contra la dirigencia de la DAIA, Memoria Activa culminó ayer su alegato en el juicio por el ataque contra la mutual judía, en el que consideró que el Estado argentino privó de justicia a los deudos de las 84 víctimas mortales.
Entre las denuncias se colaron las lágrimas de medio centenar de amigos y familiares de los muertos al finalizar las cuatro horas de lectura en las que el abogado Pablo Jacoby sólo pidió condenar a Carlos Telleldín.
Libró de responsabilidad a los ex policías acusados, al entender que el mayor desvío de la causa fue la línea de investigación en su contra, y los defendió: "Se forzaron testimonios en perjuicio de personas que el juez sabía inocentes del atentado", dijo.
Lo más duro fue el alegato político contra el gobierno de Menem. "No tuvo la voluntad política para que la causa avanzara; más aún, tuvo la voluntad política deliberada para que no avanzara", le enrostró Jacoby. Dijo que se sacó la causa de la órbita del Ministerio del Interior y se la dio al secretario de Seguridad Andrés Antonietti, "que fue lo mismo que nada".
"El gobierno menemista fue parte de la "conexión local": paró la pista siria debido a los vínculos que mantenía con esa comunidad en el país; paró la pista iraní, quizá por temas comerciales, como las exportaciones de granos por 700 millones de dólares a Irán contra 20 millones de importaciones a la Argentina, o eventualmente por el temor de un tercer atentado, como sostenía el canciller (Guido) Di Tella."
Acusaciones a Galeano
Si anteayer definió el encuadre jurídico, ayer Jacoby estableció las líneas políticas: se dedicó a demoler la actuación de Galeano, sin nombrarlo con nombre y apellido, excepto una vez. Siempre se refirió a él como el "instructor" de la causa, para decir que su actuación fue parcial, que violó el Código Procesal, que la investigación no fue exhaustiva ni independiente.
"¿Qué creían que iba a pasar en el juicio oral?, ¿pensaban que aquel gobierno iba a durar para siempre?", le enrostró, y hasta criticó que en su juzgado funcionara un "sistema nepótico" a partir del cual trabajaron allí familiares de legisladores y agentes de la SIDE ligados al caso. Tras indicar que para Galeano "el fin justificaba los medios", expresó que "ahora se ven los resultados, (porque) estas pruebas no sirven ni para imputar el atentado ni para imputar las extorsiones, porque fueron malhabidas".
Luego destrozó al ex presidente de la DAIA Rubén Beraja y a la entidad judía por su "actitud complaciente con el juez". Entendió que esa querella tuvo una "voluntad encubridora".
"Telleldín, hágase cargo; señor instructor del sumario, hágase cargo; Estado argentino, hágase cargo", concluyó.
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