Mendoza: otorgan la dispensa a un cura que quiere casarse
Alberto Ortega decidió renunciar al sacerdocio porque se enamoró de una mujer, a la que dejó embarazada; el arzobispado de Mendoza lo autorizó a dejar los hábitos, pero la Santa Sede debe decidir si lo exceptúa del celibato
MENDOZA.- El sacerdote Alberto Ortega, de 60 años, obtuvo la dispensa del arzobispado de Mendoza para dejar oficiar los sacramentos habituales de la Iglesia Católica porque se unió en pareja con una mujer varios años más joven, que espera un hijo de él.
Sin embargo, el religioso pretende casarse con su novia, para lo que pidió que se lo exceptúe del celibato, instancia que debe ser tramitada en la Santa Sede, informaron voceros de la curia local.
Ortega se ordenó sacerdote a los 51 años, casi 20 más tarde que el promedio de los seminaristas mendocinos, y cumplió su ministerio en varias parroquias de Mendoza.
Su último destino fue la iglesia Santa Ana de Guaymallén, donde ejerció como párroco, pero en febrero último comunicó a los feligreses que decidió dejar los hábitos porque estaba enamorado de una mujer a quien dejó embarazada.
No obstante, desde octubre de 2008, Ortega había confiado al arzobispo de Mendoza, monseñor José María Arancibia, que estaba pasando por "una etapa difícil" vinculada con el cumplimiento de su vocación sacerdotal.
El propio Arancibia y otros sacerdotes intentaron asistirlo para evitar su alejamiento, pero en febrero anunció su decisión de unirse en pareja y vivir en una casa del departamento Las Heras.
En su lugar fue designado como administrador parroquial el sacerdote Manuel Enrique López.
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