Cómo un equipo de rugby ayudó a bajar la violencia en la cárcel
Los Espartanos, el conjunto de convictos que apadrina un ex jugador del SIC, muestra resultados alentadores para la reinserción social
Eduardo "Coco" Oderigo no tiene una explicación definitiva para lo que su idea, llamada Los Espartanos, logra en el conjunto de detenidos que participan del proyecto. Pero sí sabe que la violencia dentro de la prisión y la reincidencia disminuyen entre los integrantes del equipo de rugby. Así lo contó el ex jugador del SIC y abogado penalista en una entrevista con Vuelo de Regreso.
"El grado de violencia interna en la cárcel bajó notablemente. Con el tiempo, empezaron a salir en libertad y no reincidían. La ex jefa del Servicio Penitenciario Bonaerense, Florencia Piermarini, hizo un estudio para ver el nivel de reincidencia de los que jugaban al rugby, y le daba 1, 2%, contra el 65% que es la media en la provincia de Buenos Aires", dijo Oderigo.
El abogado contó que la idea surgió en 2009, cuando un compañero del SIC le pidió conocer una cárcel. Al ser abogado penalista, consideraba que era el hombre indicado para llevarlo a una prisión. Fueron a la Unidad N° 48 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en San Martín. "Fue feo lo que vimos, muchas personas con resentimiento, sin hacer nada", recordó el mentor del proyecto, que volvió al penal y le ofreció al director arrancar con la práctica del rugby intramuros. Comenzó con algunos integrantes del pabellón de evangelistas, pero fueron pocos y el partido se completó con presos del pabellón 12, el más peligroso de la cárcel. Así fue el primer día, que se terminó multiplicando todos los martes.
"Deduzco que la práctica del rugby los suelta. Aprenden a controlarse, a decir la verdad dentro de la cancha, a respetar al contrario y al compañero", analizó Oderigo cuando le consultaron cuáles son las razones para los buenos resultados en materia de reincidencia.
Para el ex medio scrum del SIC, el deporte les enseña los reclusos a creer que hay otro camino posible para ellos. "Mido 1,50 mts., pero puedo tacklear al tipo que mide dos metros. Puedo estudiar, puedo cambiar el destino de seguir en la delincuencia", sintetiza el mensaje el creador de Los Espartanos.
Los Espartanos tienen ciertos momentos para atesorar. Uno de ellos fue el partido que jugaron, el 26 de septiembre de 2014, en el Estadio Único de La Plata, contra un equipo conformado por jueces y fiscales. Otro de esos instantes únicos sucedió el 29 de octubre del año pasado, cuando el papa Francisco recibió a algunos de ellos en el Vaticano.
La entrada al mundo laboral después de recuperada la libertad es una pata fundamental del programa. "Hay más de 15 empresas que se animan a darles trabajo al salir", subrayó Oderigo. El ex rugbier destacó que la iniciativa no se pone del lado de los delincuentes, para los que no busca un acortamiento de penas. "Hay mucha gente que fue víctima de ellos. Esto no es ponerse a favor. Que paguen, pero tenemos que darles herramientas", explicó.
"Poner más cámaras, más patrulleros y más policías está muy bien, pero tenemos que meternos en las casas de ellos, convencerlos de que el camino no es ese. Cuando salen en libertad, pasan a ser de nuestro equipo. Se necesita no sólo del Estado, sino de gente que se involucre", concluyó Oderigo.
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