Monerías en Playa Guillermo
Todos los años íbamos de vacaciones a Playa Guillermo, un balneario donde nos juntábamos muchos platenses, y en el que la gente se conocía de toda la vida. La primera vez que pisé esa playa fue en los brazos de mi mamá, cuando tenía sólo 11 días de vida. En esta playa, ubicada entre punta Cantera y el Faro, todos los años preparaba una suerte de espectáculo callejero con el que entretenía a otras familias. Me acuerdo que lo armaba entre los pasillos de las carpas, y allí hacía payasadas, como imitar personajes de televisión. A los ocho años había entrado al Colón, y las temporadas en el balneario continuaron. Pero ya a los 12, cuando me hice relativamente más adulto, apenas me pedían que hiciera algo en la playa me empezó a dar vergüenza. Si bien el destino de mis vacaciones fue cambiando con los años poco tiempo atrás, y por curiosidad, regresé a Playa Guillermo. Allí me sorprendí cuando encontré todo exactamente igual que en la época de mi infancia. Sin embargo había algo que no estaba ¡Aquel chico travieso que hacía las monerías por ahí entre las carpas!
Iñaki Urlezaga
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