Nevó hasta en Brasil

La intensa ola de frío que afecta el Cono Sur provocó ayer nevadas en zonas de clima subtropical como los estados de Santa Catarina y Río Grande do Sul, en Brasil, y la provincia de Misiones, donde los bosques se cubrieron con nevisca.

Los porteños soportaron una sensación térmica de seis grados bajo cero a la mañana y el Servicio Meteorológico anunció probabilidades de agua nieve para hoy en el Gran Buenos Aires.

El intenso frío, que comenzó el viernes último, ya causó 22 muertes en todo el país, según informaron oficialmente la policía y la Gendarmería Nacional.

La ola de frío polar que avanza sobre vastas zonas de nuestro país llegó a sitios inesperados. Ayer se registraron nevadas y neviscas en la región subecuatorial donde se unen la Argentina y Brasil.

En Bernardo de Irigoyen, la población más oriental de la Argentina, "frontera seca" con Brasil, los termómetros registraron 2 grados bajo cero y los lugareños disfrutaron, después de 22 años, del espectáculo de ver sus bosques de añosas araucarias cubiertos de aguanieve, como llaman allí a la caída de nieve granulada.

Este fenómeno, en el que la nieve se forma en el suelo y no cae en la tradicional forma de copos, se repitió en las zonas serranas de los Estados de Santa Catarina y Río Grande do Sul, en el sur de Brasil.

Hubo nieve en São Joaquim, en el planalto serrano de Santa Catarina. Tampoco faltó en la sierra gaúcha : la alfombra blanca dijo presente en Caixas do Sul, Vacaria, Bom Jesus y Arvorezinha -a más de 200 kilómetros de Porto Alegre, la capital del Estado-, donde se registraron temperaturas de entre 1 y 2 grados bajo cero.

Esta zona serrana, compartida por los dos Estados más australes de Brasil, alcanza altitudes de 1300 metros sobre el nivel del mar. Es, como complemento de las archifamosas playas por las cuales se conoce mundialmente al vecino país, una zona turística de cabotaje para los nativos. En ellas prevalecen los escenarios bucólicos y el turismo rural De hecho, en Caixas do Sul no quieren dejar pasar esta oportunidad: ciudad de gran desarrollo industrial, conocida por sus vinos y cantinas dedicadas a la gastronomía italiana, las autoridades del sindicato hotelero local auguran que este fin de semana, gracias a la caída de nieve, habrá una llegada masiva de visitantes que dejarán a la ciudad virtualmente sin hospedaje.

Pero la ola de frío polar, incluso, mantiene expectantes a la mismísima capital de Río Grande do Sul: el servicio meteorológico brasileño pronosticó ayer que en las próximas horas podrían registrarse precipitaciones de nieve granular.

Los gaúchos, según el coordinador de Climatología Urbana de São Leopoldo, Eugenio Hackbart, podrán advertir la formación de pequeñas bolas de nieve en la calzada.

En la frontera seca

Ese mismo fenómeno se vivió ayer en Bernardo de Irigoyen, limítrofe con las ciudades brasileñas de Dionisio Cerqueira (Santa Catarina) y Barracão, en el Estado de Paraná.

Sin embargo, no es la primera vez que cae nieve en la frontera seca entre la Argentina y Brasil, a 780 metros sobre el nivel del mar:el 20 de agosto de 1965 cayeron allí 80 centímetros. Esto se repitió en 1978.

Según los pronósticos, el frío continuará allí hasta el fin de semana. Por eso, no se descartan para hoy más nevadas.

Misiones se caracteriza por su clima subtropical, sin estación seca, con altos índices de precipitaciones y mucha humedad.

Generalmente, en los invierno se forman densas capas de niebla que cubren el monte, lo que impide que las heladas afecten los cultivos de cítricos, banana, ananá, palta, tabaco, las plantaciones de yerba mate y de pinos en sus primeros años.

Según informaron radios locales, ayer también nevó en San Pedro, Fracrán, San Antonio y Tobuna, poblaciones de la zona norte cercanas a Brasil, sobre la Sierra Central de Misiones.

El contraste entre la policromía de verdes de la selva nativa y el blanco de las heladas y nieve, provocan asombro en los turistas, que por centenares recorren la provincia.

En tanto, el frío castiga a los aborígenes guaraníes, que habitan precarios ranchos de paja y palmeras, como asimismo a empobrecidos agricultores desacostumbrados a la dureza de un clima que este año registra temperaturas por debajo de cero grado.