No a la venta de una reserva natural
"Romero, no vendas la reserva", rezaba el mensaje escrito sobre el lomo tirante de un gran globo aerostático que ayer se elevó al cielo con la fuerza de una plegaria.
La misiva -firmada por Greenpeace, la comunidad wichi y los pobladores criollos de General Pizarro (localidad ubicada a 200 km de la la ciudad de Salta)- intenta salvar del desmonte a unas 25.000 hectáreas de bosque que conforman una riquísima reserva natural anclada en la provincia de Salta. El pasado marzo, la Legislatura local aprobó una ley de desafectación de la reserva, norma que es parte de un ambicioso proyecto comercial que incluye el loteo y la venta de esos terrenos, que en 1995 habían sido declarados reserva natural por el gobierno de Salta. Los habitantes del pueblo que está dentro del territorio protegido tomaron contacto con la organización ecologista y desde entonces se movilizan para impedir la venta de la zona. La reserva es conocida con el nombre de lotes 32 y 33, y constituye uno de los últimos sectores de monte nativo en pie. Los bosques circundantes, de alta diversidad biológica, fueron destruidos y convertidos en grandes monocultivos de soja.
"Cuando Salta creó la reserva -sostiene en un comunicado el coordinador de Biodiversidad de Greenpeace, Emiliano Ezcurra- se hizo con el fin de conservar y permitir el uso sustentable del único lugar de la Argentina que posee el mosaico de continuidad entre los ecosistemas de las yungas y el Chaco. Jamás hubiéramos imaginado que se lotearía para seguir con el descontrolado avance sojero en el noroeste argentino."
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