No hay pistas sobre el delincuente que violó a una joven
La policía aún no pudo determinar el sitio preciso donde el jueves último fue violada una joven de 19 años. Según fuentes de la investigación, el estado en el que quedó la víctima luego del aberrante ataque y su desconocimiento del lugar le impiden localizar el sitio exacto donde se produjo la agresión.
Según informaron fuentes policiales, la joven, de origen uruguayo, estaba esperando un colectivo de la línea 130 en la Avenida del Libertador a metros de Callao, a las 2 del jueves último. En esa ocasión, un hombre, subido a una bicicleta, se acercó y, apuntándola con un arma, le robó las pertenencias.
Luego, mediante amenazas, la condujo hacia la zona de vías detrás del parque Thays. Las investigaciones pudieron reconstruir parcialmente la ruta seguida por el delincuente y su víctima. Después de atravesar la vía rápida Facundo Quiroga, paralela a la Avenida del Libertador, el desconocido cruzó el alambrado que cerca la zona de los ferrocarriles, roto en varios de sus tramos.
El malviviente llevó a la joven hacia predios del Ferrocarril San Martín lindantes con la Villa 31. Después de someterla sexualmente, huyó sin que se determinara hasta el momento en qué dirección.
Lagunas
A esa hora de la madrugada la oscuridad fue cómplice del delincuente. Según dejaron trascender las fuentes, nadie vio la agresión ni oyó los pedidos desesperados de ayuda de la chica. Minutos después de soportar el ataque, pudo levantarse y volvió hacia la Avenida del Libertador, donde llamó por teléfono a la policía.
La reconstrucción de lo sucedido se hizo sobre la base de la declaración de la joven ante la División San Martín de la Superintendencia de Seguridad Ferroviaria de la Policía Federal. Según fuentes policiales, el estado de shock de la joven provocó "lagunas" en su testimonio, ya que "ella no sabe dónde estuvo", dijo un investigador.
La policía estima que la violación ocurrió en la zona que está entre el Museo de Arquitectura (Libertador y Callao) y la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (Libertador y Pueyrredón). La investigación está en la fiscalía 29, a cargo de Lucio Herrera.