No llegarían al Pilcomayo los barros tóxicos
Desastre: para los expertos de Tarija, es el peor accidente ambiental de la región, pero aseguran que está controlado; preocupan los problemas que causa la extracción de minerales.
La ruptura de un dique de relaves en una mina de la localidad de El Porco, en Bolivia, originó la contaminación con arsénico y cianuro de las aguas de afluentes del río Pilcomayo, pero controlarán que no llegue al territorio argentino durante la estación de las lluvias. En tanto, la secretaria de Recursos Naturales y Ambiente Humano, María Julia Alsogaray, se comunicó con el presidente boliviano, Gonzalo Sánchez de Losada, para trasmitirle su preocupación.
La funcionaria recibió, vía Cancillería, un informe de la embajada de ese país donde se aclara que el derrame está controlado, que la mina fue paralizada y que se construyen diques de contención, se repara la pared colapsada y se limpia el lecho del río Yana Machi, el afectado.
Para Alsogaray, la situación tiende a mejorar con las tareas emprendidas, aunque igualmente enviará a expertos de su área para tener un informe preciso.
Dos técnicos argentinos, Oscar Natale, del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Hídrica (Incyth), y Roberto Kurtz, de la Dirección de Control de la Contaminación de Recursos Naturales, viajan el martes a la zona afectada.
El accidente ocurrido el 29 de agosto último en el dique de la empresa Compañía Minera del Sur, Comsur - que es propiedad del presidente boliviano- originó la polución de los ríos por el escape de residuos mineralizados que llevaban aditivos químicos.
La mina explota zinc y plata, que se obtienen a partir de un proceso que los separa de otros minerales. Se calcula que fueron arrastradas unas 235 mil metros cúbicos de desechos tóxicos (arsénico, plomo, mercurio, cianuro) sobre una superficie de más de 400 kilómetros. También los ríos Tupiza y Cotagaita estarían contaminados.
Técnicos de la Secretaría Nacional de Recursos Naturales y Ambiente Humano efectuaron consultas a sus pares de Bolivia para informarse de las eventuales consecuencias que acarrearía para la Argentina la contaminación del Pilcomayo cuando las lluvias arrastren los desechos tóxicos en la alta cuenca. El ministro de Desarrollo Sostenible de Bolivia, Moisés Jarmusz, afirmó que por el momento la contaminación no llega a las tierras bajas y que no hay peligro para los pobladores.
El peor desastre sudamericano
La secretaría ambiental está más preocupada por la contaminación crónica de la región, rica en plata y otros metales, que por la coyuntura. Se ofreció cooperación al gobierno de Bolivia para paliar la situación emergente del accidente, mediante el envío de expertos en la materia y la realización de análisis químicos. El ingeniero Aramayo, de la secretería de Medio Ambiente boliviana, explicó que se están efectuando acciones tendientes a la limpieza y el control del río y que se construyen diques para evitar que se desplace río abajo el foco de polución.
Un experto de la Universidad Juan Misael Saracho, de Tarija, sostuvo que es el peor desastre ecológico en América latina: "Las riberas de los ríos Porco, Grande y Pilaya exhiben grandes cantidades de peces muertos, al tiempo que los cultivos vecinos se ven manifiestamente contaminados." La Comisión Tripartita del Pilcomayo, integrada por la Argentina, Bolivia y Paraguay solicitó ayuda extraordinaria de la Unión Europea para establecer una red de monitoreo y control de las aguas de la cuenca.
Abarcará desde los afluentes del Pilcomayo hasta su desembocadura en el río Paraguay. Informes técnicos indicaron que los sábalos existentes en la alta cuenca del curso de agua tienen once veces más arsénico y plomo que lo tolerable. Son el principal alimento de la tribu de los wichis, aborígenes del nordeste argentino.
Pobladores y productores ya se quejan
FORMOSA, (de nuestra corresponsalía).- Las poblaciones que bordean el río ya se sienten afectadas. Los campesinos se quejan de que ha disminuido la productividad de los campos, sembrados de hortalizas y frutales, debido a la mala calidad de las aguas.
Los habitantes que bebieron agua del Pilaya, según un informe de la Universidad de Tarija, habrían sufrido graves trastornos digestivos. Hay versiones sobre tres muertes ocurridas por intoxicación con cianuro y arsénico en la localidad de San Lorenzito.
El gobernador de Formosa, Gildo Insfran, dispuso la realización de un monitoreo permanente del estado del agua, del lodo y de los peces del río Pilcomayo en prevención de riesgos para la vida de los pobladores.
La denuncia sobre contaminación surgió de una nota en el diario ABC Color de Asunción del Paraguay. El problema, según el diputado potosino Néstor Zamora, se debió a fuertes granizadas que afectaron la estructura del dique.
Los metales pesados y los reactivos químicos, en combinación, han ennegrecido las aguas.
En Asunción del Paraguay, los ganaderos demandarán formalmente al gobierno boliviano en caso de que la contaminación de ese país cause mortandad de animales.
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