Nuevo plan para el tránsito en la ciudad
El gobierno porteño está dando los últimos retoques a un proyecto de reordenamiento del tránsito en el centro de la ciudad, que contempla modificar el recorrido de las unidades de transporte público de pasajeros para que sólo circulen por las avenidas y por calles exclusivas y prohibir allí la circulación de taxis sin pasajeros.
Así, las calles de la zona comprendida entre las avenidas Leandro N. Alem, Callao, Belgrano y Córdoba se diferenciarán por el tipo de transporte que se permitirá en ellas:público o particular. Las avenidas tendrán carriles exclusivos de hasta la mitad de la calzada. Además, en algunas arterias se prevé cambiar el sentido de circulación.
La restricción sería instrumentada durante los días hábiles, en horarios por determinar.
Con este nuevo esquema de tránsito se persigue desestimar el uso de vehículos particulares y agilizar el servicio de transporte de pasajeros.
El secretario de Producción y Servicios del Gobierno de la Ciudad, Nicolás Gallo, informó a La Nación que el borrador del proyecto está siendo estudiado en forma conjunta con la Secretaría de Transporte nacional y con empresarios del sector.
Según prevén en la comuna, el plan definitivo será anunciado dentro de aproximadamente un mes. Se instrumentaría inmediatamente después, previa colocación de la señalización necesaria.
Voceros de la Secretaría de Transporte de la Nación expresaron el "apoyo total" de esa dependencia del Ministerio de Economía al plan de la administración de la ciudad.
Reordenarán el tránsito porteño
Se prevén calles y carriles exclusivos para el autotransporte público y fuertes restricciones para las paradas de taxis
El Gobierno de la Ciudad se fijó como objetivo para este año la atención del caótico tránsito en el centro y piensa poner en práctica un proyecto de fondo que contempla, entre otras novedades, variar el recorrido de los colectivos de forma tal que sólo puedan circular por las avenidas y por calles exclusivas.
De ese modo quedaría restringido el uso de las arterias céntricas para los automóviles particulares y también para los taxis que no lleven pasajeros. La meta es agilizar el tránsito mediante la reducción del caudal vehicular en la zona más crítica de la ciudad.
El secretario de Producción y Servicios de la comuna, Nicolás Gallo, aseguró que el proyecto definitivo será anunciado dentro de aproximadamente un mes y que el nuevo esquema de tránsito se instrumentaría en forma inmediata, una vez que se instale la señalización correspondiente.
La restricción funcionaría los días hábiles, entre las 8 y las 20, en el área delimitada por las avenidas Leandro N. Alem, al Este; Callao, al Oeste; Belgrano, al Sur, y Córdoba, al Norte.
Algunas de las avenidas comprendidas en esa zona se transformarían en de doble mano. En otras, se demarcarán carriles exclusivos para transporte público más amplios que los actuales. Además, habrá calles transversales a las que cambiarán el sentido de circulación.
Actualmente, el borrador del proyecto está siendo estudiado por el Gobierno de la Ciudad en consulta con la Secretaría de Transporte de la Nación y con los empresarios del transporte público de pasajeros.
Aún resta definir en detalle qué modificación se hará en cada calle. Ese será, seguramente, uno de los temas que tocarán Gallo y el secretario de Transporte nacional, Armando Canosa, en una reunión que mantendrán hoy.
Qué cambiará
El anteproyecto de reprogramación del tránsito se funda en un concepto claro, que consiste en desalentar la afluencia de automovilistas particulares a la zona céntrica y fomentar, en consecuencia, el uso del transporte público, previa mejora de ese servicio.
Por eso se buscará que los colectivos tengan más espacio exclusivo. Así podrán llevar a los pasajeros más rápido a sus destinos sin exponerlos a los frecuentes excesos de velocidad e infracciones de tránsito (ver aparte).
También en la circulación de taxímetros está previsto un cambio radical.
Si se concreta el proyecto en estudio, los taxis no podrán levantar pasajeros en las calles del área en cuestión y sólo podrán circular por los carriles y las calles exclusivos para transporte público cuando estén ocupados.
En caso contrario, deberán ir por las calles y carriles en los que únicamente puedan circular los automóviles particulares.
Con esa medida se apunta a erradicar los trastornos de tránsito que provocan los taxis cuando circulan a escasa velocidad en busca de potenciales clientes.
La idea del Gobierno de la Ciudad es, según explicó Gallo, disponer muchas paradas de taxis en toda la zona, equipadas con teléfonos para facilitar el trabajo de los choferes.
Decisión política
"Cada vez hay más autos en la ciudad y las calles no son elásticas. La única forma de agilizar el tránsito en la zona más conflictiva es reubicándolo", afirmó Gallo.
El propio jefe de gobierno, Fernando de la Rúa, consideró en una reciente entrevista con La Nación que "es preciso dar solución a la afluencia de vehículos al micro y macrocentro, ya que en las horas pico la ciudad está muchas veces al borde de la saturación".
La decisión del Gobierno de la Ciudad cuenta con el apoyo de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap) y con expertos en cuestiones de tránsito (ver aparte).
La Secretaría de Transporte nacional, en tanto, comunicó oficialmente, ante la consulta de La Nación , su "apoyo total" a la iniciativa comunal y anticipó que ya se encargaron estudios del impacto que su aplicación podría tener en las calles porteñas.
Ahora, sólo resta definir el esquema definitivo: qué calles cambiarían el sentido de circulación, qué avenidas se transformarían en de doble mano y cuál será el recorrido de cada una de las líneas de colectivos.
Las autoridades deben acordar aún algunos puntos con empresarios que podrían verse afectados por la nueva programación del tránsito. Entre otros, los dueños de estacionamientos céntricos que, de concretarse el proyecto en su totalidad, podrían ver afectada su actividad.
La Legislatura porteña podrá terciar en algunos puntos del plan, pero las tratativas fundamentales son con la administración nacional, ya que la Secretaría de Transporte tiene la responsabilidad sobre los recorridos de los colectivos.
Si bien no hay cifras, en la comuna sostienen que la aplicación del plan no demandará mucho dinero, pero sí se prevé como indispensable un refuerzo en la cantidad de policías de tránsito para controlar que se respete el novedoso esquema. Habrá que ver.
Calle Corrientes
El jefe de gobierno porteño, Fernando de la Rúa, adelantó ayer que se realizará "una prueba inicial" para ver cómo funcionará en la práctica la prevista ampliación de las veredas de la avenida Corrientes, un proyecto que ya cuenta con el respaldo del presidente de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA), Julio Kesselman.
La idea abarcará las 21 cuadras que van desde Junín hasta Alem, donde se construirán veredas de cinco metros de ancho y se plantarán más árboles.
Las obras finalizarían el año próximo y dejarían a Corrientes más "angosta", como era hace 60 años. De la Rúa explicó que la idea busca "devolver" al peatón un espacio actualmente ocupado por ve- hículos estacionados.
El proyecto es criticado por especialistas en tránsito, que consideran conflictivo que se reduzca un carril de la muy transitada avenida.
Intereses y opiniones encontradas
El principal obstáculo con que se topa el plan oficial para reordenar el tránsito en el centro es la protesta de comerciantes que se ven afectados por el cambio.
Si bien numerosos expertos en materia de tránsito consideran adecuada la decisión de reestructurar la circulación vehicular, muchos consideran que esto los perjudicará.
Es el caso de los dueños de garajes de la zona céntrica, que aseguran que si se desalienta el uso del automóvil particular verán reducidas sus ganancias. Además, algunos estacionamientos podrían quedar sobre calles que se transformarán en exclusivas para transporte público. "¿Cómo van a entrar los clientes?", se preguntan.
"Pretendemos llegar a una solución que no perjudique a ningún interés particular", aseguró el secretario de Producción y Servicios porteño, Nicolás Gallo.
También los taxistas esperan ansiosos y con algunas dudas que se anuncie el proyecto definitivo. En primera instancia, se habla de una prohibición de levantar pasajeros en la zona del macro y microcentro y de la instalación de más paradas de taxis.
"Pretendemos que los carriles exclusivos sean para colectivos y taxis, no como pasa en muchas avenidas hoy. Si hay paradas, habrá que ver cómo se instala un sistema de control para que no sean copadas por unos pocos", indicó Jorge Mostajo, secretario general del Sindicato de Choferes de Taxis de Capital Federal.
Héctor Tilve, secretario general de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap), informó que la entidad participa de la elaboración del proyecto y que está de acuerdo con él "en un 80 por ciento".
Expertos opinan
Eduardo Bertotti, director del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), consideró: "La filosofía de este plan es desalentar el uso de autos particulares y que haya un mejor transporte público. Hay necesidad de mayor agilidad. Es una decisión que alguien se tiene que animar a tomar".
Por su parte, el encargado de educación vial de la Asociación Luchemos por la Vida, Miguel González, expresó sus reparos ante el futuro esquema de tránsito. "Si se disponen más vías exclusivas, se está beneficiando a unos (el transporte público) y perjudicando a otros (los particulares). Se deben buscar soluciones integrales", sostuvo.