Otra vez casi chocan aviones en vuelo

en el momento en que sonó la alarma anticolisión en las cabinas, por lo que los pilotos cambiaron los rumbos.

Luego del incidente, el comandante del vuelo de Austral aterrizó finalmente en el Aeroparque y, un par de horas después, despegó en otro vuelo con destino a Mar del Plata, confirmaron a LA NACION miembros de la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA).

Esa nueva información sobre un cruce en el aire llegó al final de un día plagado de acusaciones entre gremios aeronáuticos y el Ministerio de Defensa: un enfrentamiento que subió de nivel después de conocerse las declaraciones testimoniales de las controladoras aéreas que negaron la "casi colisión" de los vuelos de United Airlines y Los Andes Líneas Aéreas, denunciada por los sindicalistas el lunes pasado.

El cineasta Enrique Piñeyro y tres gremios -la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación de Controladores de Tránsito Aéreo (ACTA) y la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA)- respondieron durante una conferencia de prensa, en la cual exhibieron escuchas telefónicas -sin comunicar cómo fueron obtenidas- en las que una mujer a la que los sindicalistas identificaron como Karina Leban (una de las controladoras de vuelo) relataba a un interlocutor el incidente del lunes pasado (sobre lo que se informa por separado).

"Lo que pasó es gravísimo, más grave que la cuasi colisión; lo que es grave es que una ministra de Defensa de un gobierno democrático use estos manejos que son de patota militar. La ministra se cree que porque va a apretar a dos controladores arreglará el problema", dijo ayer Piñeyro, según consignó la agencia DyN. Y agregó que las controladoras aéreas que negaron la existencia del incidente "pueden ser acusadas por falso testimonio".

Esos gremios también denunciaron otro casi incidente que, según su criterio, habría ocurrido anoche entre vuelos de Aerolíneas Argentinas, el 1648, procedente de Viedma, y el 1800, que llegaba al Aeroparque desde Bariloche.

En este caso, los sindicatos que cuestionan la seguridad aérea difundieron la versión de que esos vuelos de Aerolíneas fueron dirigidos por dos puestos diferentes de controladores aéreos y entraron en un rumbo de colisión, evitado por las alarmas del sistema de seguridad de cada avión, además de asegurar los gremialistas que en ese supuesto incidente los aviones tuvieron contacto visual por lo cerca que pasaron entre sí.

Las versiones fueron tan cruzadas entre estos hechos que los gremialistas tendieron a confundir uno, el confirmado, con el otro, el denunciado. Toda una señal del momento que se vive entre quienes tienen responsabilidades en los vuelos.

Fuentes bien informadas de la situación aeronáutica afirman que esta polémica por la seguridad aérea afecta el trabajo cotidiano de los controladores de vuelo.

La primera noticia que se tuvo de una cuasi colisión se remonta al 9 de marzo pasado, cuando casi chocan un jet privado y un avión boliviano, de Aerosur, que se dirigía a Ezeiza.

Amenazas

La ministra de Defensa, Nilda Garré, se reunió ayer con Leban y con Silvina Videla, las dos controladoras aéreas que dieron su testimonio en el juzgado federal a cargo de Norberto Oyarbide.

La funcionaria respaldó a Leban y a Videla, y denunció, mediante un comunicado oficial, que éstas recibieron amenazas por sus declaraciones judiciales, en las que acusan a los gremios de provocar situaciones de pánico en la población.

Mientras tres gremios continuaron con su ofensiva contra Garré, después de que la ministra los acusase de querer quedarse con los cargos que dejará la Fuerza Aérea, otras ocho organizaciones sindicales escucharon y respaldaron ayer a la titular de la cartera castrense en esta controversia sobre la seguridad.

Además, Garré se había reunido un día antes con unos 400 miembros del Comando de Regiones Aéreas, a los que aseguró que se cuidaría su fuente laboral, una de las principales preocupaciones que exhibieron los controladores de vuelo militares, que tenían la incertidumbre sobre su destino luego del paso del sistema a manos civiles, circunstancia que empezará a producirse dentro de cuatro meses, según anunció la ministra de Defensa.