Temor en las playas / A nueve días de la tragedia en Villa Gesell que dejó cuatro muertos. Otros dos rayos cayeron en Mar del Plata y provocaron siete heridos leves
Los afectados, que están fuera de peligro, sufrieron la onda expansiva de la descarga cuando se retiraban del balneario Alfar en medio de un día de mucho calor; un evento similar se produjo sobre un poste telefónico en el parador Waikiki
MAR DEL PLATA.– La trágica tarde de Villa Gesell dejó huellas imborrables. Apenas asomó la tormenta, los turistas abandonaban pronto y en masa las playas cuando un rayo cayó en el área de estacionamiento del parador Alfar, al sur de la ciudad. Siete personas resultaron con síntomas de aturdimiento y molestias musculares, entre ellas tres menores. Estos últimos y una mujer, con traumatismo craneoencefálico y pérdida de conocimiento, fueron derivados a una clínica privada. Ninguno de los casos es de gravedad.
En el parador Waikiki, m uy cerca de allí, otro rayo también conmovió a los que empezaban a alejarse del mar. Una persona tuvo que ser asistida con un cuadro de shock, conmovida por el estruendo y afectada por un problema de salud previo.
La descarga eléctrica en el Alfar fue a las 17.30 y dejó un pequeño hueco en la tierra, por encima de una cañería de agua que abastece a un duchador público y a centímetros de las tarimas de madera previstas para el tránsito peatonal. "Fue un fogonazo naranja y como una explosión que me encegueció", contó a LA NACION el encargado del balneario Alfar, Guillermo Bettinelli, uno de los afectados.
Dijo haber visto caer a metros de él a una mujer y tres niños, que se estaban protegiendo de la tormenta debajo de los techos de tela de las cocheras, en una escala previa en su camino al vehículo particular en el que iban a abandonar el parador. Otra mujer sufrió síntomas de adormecimiento en las piernas cuando estaba en uno de los baños. Fue derivada a un hospital.
La tormenta de ayer quebró el que fue el mejor día de playa en Mar del Plata, en lo transcurrido de esta temporada. Los balnearios estuvieron colmados y con la gente en el mar, único refugio para una tarde con más de 40 grados de sensación térmica. También permitió medir la reacción de los bañistas en la primera situación comparable con lo que se dio el 9 pasado en Villa Gesell, donde cuatro personas murieron y otras 21 resultaron heridas por la caída de dos rayos en la primera línea de carpas del parador Áfrika. Como en el caso de ayer, la descarga fue en tierra.
"Apenas se acercaron los nubarrones, la gente comenzó a irse y con los truenos y rayos la salida fue masiva", contó Jesús González, guardavidas que cumple funciones ad honórem en asistencia a discapacitados con una silla acuática.
Fue González uno de los testigos, ya que bajo la lluvia trasladaba a una persona con problemas motrices hasta la cochera. Allí dice haber escuchado una suerte de explosión y cuando giró, vio a cinco personas en el piso. "El encargado del balneario, una mujer y tres niños estaban tirados y corrimos a asistirlos", relató a LA NACION.
En menos de 20 minutos llegaron las ambulancias para atender y trasladar a los heridos. Bettinelli se quedó en el lugar, ya que poco a poco se fue recuperando de la conmoción. "El rayo cayó justo cuando yo tocaba uno de los alambres que sostienen los toldos de las cocheras", explicó. Estaba a cinco metros de donde se dio la descarga y casi al lado de la mujer y los niños también afectados.
Dijo que fue una desgracia con suerte porque la concurrencia que tuvo ayer el balneario fue récord. Aseguro que fue el día con "más calor y con más gente en lo que va de la temporada", resaltó. Rocío Andueza, que se desempeña en el chiringo que está a un lado de la cochera, dijo que la gente huía a la carrera y bajo la lluvia. "Ya cuando se acercaba la tormenta comenzaron a irse", recordó. Y señaló que al momento de la caída del rayo todavía había muchos clientes, tanto en la playa como en el sector de las cocheras.
El rayo dio sobre la conexión de una red de agua que abastece un duchador público, utilizado por los bañistas para enjuagarse o limpiar de arena sus tablas de surf y reposeras antes de subir a los autos. La explosión rompió la cañería.
Bettinelli destaca la onda expansiva que provoca la caída del rayo. Y señaló el ventanal de un baño público cercano, a menos de 20 metros del duchador público. "La ventana cayó completa al piso", dijo sobre esa abertura construida en cemento.
Los guardavidas confirmaron a LA NACION que el lamentable saldo que dejó lo ocurrido días atrás en Gesell demostró un comportamiento más responsable de los bañistas, que en su mayoría abandonaban la playa apenas se despertaba la tormenta. A otros tuvieron que retirarlos a puro silbato y con bandera de prohibición de baño. "Aun así seguían dos o tres en el mar con sus tablas de body surf y un kayak", resaltó Rocío, que los veía desde el parador.
El otro episodio se dio en el parador Waikiki, al sur del complejo de balnearios de Punta Mogotes. La mayoría de los rayos que cayeron se vieron mar adentro. Pero algunos impactaron en la costa. En este caso, fue contra uno de los postes que sostiene el cableado telefónico aéreo. Lo quebró al medio. Una persona que estaba en las inmediaciones tuvo que ser asistida por la conmoción que le provocó semejante estruendo.
Mar del Plata tiene un trágico antecedente en sus playas, con dos personas fallecidas por sendos rayos. Un adolescente en Playa Grande, cuando estaba en el agua con su tabla de body surf, y una joven que salía del mar a la altura de Playa Serena, ambos el 25 de febrero de 2000. Antes, el 10 de febrero de 1984, el jugador de fútbol Gustavo Sterponi fue fulminado por otra descarga eléctrica mientras entrenaba en Parque Camet.
Episodios naturales que marcan un verano caliente
Incendio fatal
Siguen los incendios en Chubut, Neuquén y La Pampa, donde ayer un hombre falleció al ser alcanzado por las llamas mientras recorría su campo. La secuencia de incendios forestales puso en alerta roja a todas las zonas rurales y boscosas del país. Los expertos sostienen que la causa principal de estos fuegos está directamente vinculada con las tormentas "muy secas" y la descarga de rayos.
Ataque de palometas
Una docena de personas, entre ellas niños, resultaron heridas por un nuevo ataque de palometas en las aguas del río Paraná, en Rosario. El secretario de Salud de Rosario, Leonardo Carvana, reconoció que estos ataques "son habituales cuando se dan estas altas temperaturas", y pidió que como medida de seguridad, la gente respete las banderas rojas que marcan la prohibición de bañarse en esa zonas.