Suicidio adolescente: para prevenir, aconsejan hablar del problema con responsabilidad
Hace cinco años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) irrumpió con un informe en el que definió el suicidio como un problema grave de salud pública mundial que se puede prevenir. Desde entonces, aconseja instalarlo con responsabilidad en la conversación pública.
"Es importante aumentar la sensibilidad de la comunidad y superar el tabú para que los países avancen en la prevención del suicidio", señala la OMS. Sus datos indican que por cada muerte autoinfligida hay 20 intentos. A la vez, es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 29 años.
En tres semanas, el Día Mundial de la Salud Mental promoverá su prevención. "Cada 40 segundos, alguien se suicida. Cada año, se pierden 800.000 vidas por esta causa", recuerda Dévora Kestel, directora del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS.
En el país, en casi 30 años se triplicó la tasa de suicidios adolescentes, de acuerdo con un informe de Unicef Argentina en mayo pasado Anteayer, el tema se trató también en una reunión del Consejo Académico de Ética en Medicina, en la Academia Nacional de Medicina.
"Cuando hay que prevenir, lo importante es una comunicación llana, afectuosa y protectora. Si surge algo que nos hace pensar que puede haber una situación de riesgo, no hay que tener temor de preguntar. Es lo que más salva vidas no sólo de adolescentes, sino también de adultos y mayores. Permite la consulta inmediata, a tiempo, para activar estrategias de ayuda", dice Héctor Basile, que participó de la reunión de la ANM y es miembro de la Red Mundial de Suicidólogos.
Justamente, uno de los siete mitos a derribar es que hablar con una persona sobre sus intenciones eleva el riesgo suicida.
Y también se aconseja reconocer signos de alerta (aislamiento; persistencia de ideas negativas; dificultad para comer, dormir y trabajar; desesperanza; llanto inconsolable, y cambio de conducta súbito); mostrar interés y apoyo, y respetar distintas expresiones de sentimientos, sin prejuicios: "El suicidio no es ni bueno ni malo, tampoco un delito, sino una situación de sufrimiento", define la OMS.
Y ante una persona que responda que pensó en el suicidio, se recomienda evitar que acceda a cualquier método de daño, no dejarla sola y avisar rápido a allegados que puedan colaborar.