Pese a la amenaza del zika, avanzan en Brasil los preparativos del Carnaval
Como precaución, se intensificó la remoción de focos de mosquitos y la concientización
RECIFE.– Durante las ardientes tardes, mientras grupos de batucada sacuden la playa de Boa Viagem, los bañistas buscan refrescarse del calor en el mar pese a los carteles que alertan sobre el riesgo de tiburones. Y el ambiente carnavalesco parece surtir un efecto de distracción similar frente a otro peligro que por estos días acecha más a Recife que los propios escualos: los mosquitos Aedes aegypti que transmiten el temido virus del zika, vinculado al aumento de casos de microcefalia en bebes registrado en esta región.
Aunque las autoridades de Recife, de Brasil y del mundo advierten constantemente sobre la amenaza que representa la epidemia de zika, que se expande por todo el continente americano, locales y visitantes no están dispuestos a perderse los megafestejos del Carnaval, del 5 al 9 de febrero, después de los cuales los expertos vaticinan que habrá una propagación mayor del virus.
"El Carnaval sin dudas tendrá un efecto explosivo para esta afección; sucede ya siempre con el dengue, que se extiende mucho más después de la celebración. El Carnaval genera una alta circulación de personas que se concentran en los mismos lugares, producen más basura urbana y andan semidesnudos, expuestos más a las picaduras de mosquitos, en un clima de mucho calor y lluvioso, que favorece la reproducción del Aedes aegypti. Son todas condiciones ideales para que estos tipos de epidemias se disparen", explicó a LA NACIÓN Nancy Bellei, coordinadora del comité de virología de la Sociedad Brasileña de Infectología.
Frente a este pronóstico, las alcaldías de las tres ciudades que tienen los mayores carnavales del país, Río de Janeiro, Salvador y Recife, vienen tomando medidas de precaución y concientización. Se han intensificado las campañas para la remoción de focos de mosquitos dentro de las casas y se han fumigado los espacios públicos que tendrán grandes concentraciones de foliões, como el trayecto que recorre el popular bloco Galo da Madrugada, en el Centro de Recife, que anualmente reúne unos dos millones de personas, o los trios elétricos de Salvador, y hasta el Sambódromo de Río.
En los aeropuertos, terminales de ómnibus, hoteles y hasta en el metro se reparten todos los días folletos con información sobre cómo prevenir las picaduras del Aedes aegypti.
"Estamos viviendo un momento delicado, pero el Carnaval tiene una importancia cultural y económica muy grande para nosotros; la fiesta tiene que continuar", señaló a este diario el secretario de Turismo de Recife, Camilo Simões, quien apuntó que el año pasado los carnavales de Recife y la vecina Olinda recibieron más de un millón y medio de visitantes, una suba del 15% en relación con 2014. La expectativa este año es parecida.
"Me gustó que en el aeropuerto de Recife nos dieran inmediatamente información sobre cómo prevenir el zika, pero sin asustarnos. Vinimos a pasarlo bien y no a que nos agiten fantasmas que todos conocemos. El clima en la terminal era de fiesta", comentó el diseñador gráfico João Esteves, de 34, quien al llegar de San Pablo quedó sorprendido por la festiva decoración de la terminal, repleta de las coloridas sombrillas con las que se baila el frevo, el ritmo propio del estado de Pernambuco.
En la cercana Olinda, también se buscó un equilibrio entre diversión y concientización. Uno de los ejemplos más originales fue el coordinado por la Secretaría de Salud junto al cirujano plástico Marcelo Borges, que organizaron recorridos de estudiantes de la Facultad de Medicina por las calles de los barrios más pobres, para visitar casas repartiendo información y verificando que no haya focos de Aedes aegypti en el bloco bautizado "Entierro del Mosquito".
"Hasta que no se desarrolle una vacuna estamos en una guerra cuerpo a cuerpo en la que todo el mundo debe hacer su parte, y la información es el arma principal que tenemos", señaló Borges mientras a su lado la estudiante Nataly Medeiros, de 23, llamaba a la puerta de una vivienda acompañada por un agente sanitario que tocaba la pandereta.
Posible episodio en Corrientes
- En la localidad de Santo Tomé, Corrientes, se estudia el que podría ser el segundo caso del virus zika en la Argentina. Se trata de un estudiante de medicina brasileño que viajó a su país para las fiestas de fin de año. La primera de las dos pruebas que se realizan para comprobar la presencia del virus dio positiva. Mientras se espera el resultado del segundo estudio, el supuesto infectado está aislado en su departamento, y recibe un tratamiento ambulatorio. Fuentes de la municipalidad dijeron que se realiza un bloqueo sanitario en los alrededores.
- En Venezuela, el desabastecimiento complica aún más la lucha contra el zika: faltan repelentes y medicamentos para bajar la fiebre. Los médicos locales aseguran que hay muchos más casos que los que el gobierno da a conocer.