Por el zika, en Recife las embarazadas viven en alerta constante
En favelas o en barrios acomodados, preocupa a las mujeres la salud de sus fetos
RECIFE.- Aquí, donde se concentra la mayor cantidad de casos de madres infectadas con el virus del zika que dieron a luz bebes con microcefalia, hace ya tiempo que las embarazadas viven en alerta constante. Pero las formas de enfrentar esta temida epidemia transmitida por el mosquito Aedes aegypti varían muchísimo si se trata de mujeres pobres o ricas.
"Muero de miedo por que mi hijo nazca enfermo, no sé cómo haría para criar un chico con problemas de visión, con retraso mental o que no pueda moverse bien. Pero ya estoy jugada, no puedo hacer nada porque nunca tuve dinero suficiente para comprar repelente y si me picó el mosquito que transmite el zika ni lo supe; apenas fui dos veces al médico para revisarme", contó a LA NACION la recolectora de basura Leydiane da Silva, 20, embarazada de ocho meses con su segundo hijo, Micael.
Leydiane vive en el Beco do Sururu, una favela de palafitos construida al borde de una de las tantas islas que conforman la zona central de Recife. Reina la miseria pura. La gente, que por el tórrido calor anda semidesnuda, vive en casuchas de lata y cartón conectadas por tablones a ras del agua podrida y llena de basura, con ratas por todos lados.
Separada desde hace cuatro meses de su novio -padre también de su primera hija, Micaela, de tres años-, Leydiane se mantiene hoy gracias a la ayuda de su madre, recolectora de basura como ella. En su casilla no hay baño, pero sí un televisor plasma frente al cual ella y su hija pasan la mayor parte del tiempo; tampoco llega el agua corriente, por lo que llena un gran tanque plástico con baldes que acarrea todo el día.
"Asusta todo lo que dicen en los noticieros sobre los bebes que están naciendo con las cabezas pequeñas, la microcefalia, supuestamente por el zika. Si lo hubiera sabido antes no hubiera quedado embarazada. Intenté ir a ver a un médico, pero siempre está de licencia y acá nos agarramos tantas enfermedades que es probable que haya tenido dengue, chikungunya o zika, los virus que transmite ese mosquito", apuntó resignada. Y agregó que si su hijo nace con microcefalia no podría darlo en adopción porque "nadie lo querría".
A pocas cuadras de allí, pero prácticamente en un universo paralelo, en el shopping RioMar, repleto de exclusivas tiendas, la nutricionista Daniela Souza, de 35 años, se paseaba por amplios corredores ambientados con música clásica y perfume de jazmín mientras acariciaba una panza de seis meses. En su cartera Prada cargaba un repelente de citronela sin el cual nunca sale de su departamento, en el elegante barrio de Jaqueira, salpicado por rascacielos de lujo.
"Intento salir lo menos posible de casa; por las dudas evito parques y plazas, y si salgo uso siempre pantalones largos y llevo alguna camisa de manga larga para cuando estoy afuera. En mi hogar me mantengo con las ventanas cerradas y el aire acondicionado. Si tuviera familia en el exterior, me iría a tener a mi hija, Beatriz, a otro país, sin dudarlo", reveló, y contó que varias amigas de ella decidieron postergar sus embarazos por miedo al zika y su supuesta vinculación con la microcefalia.
Conoce también casos de mujeres que han recurrido a clínicas privadas de fertilización asistida para congelar sus óvulos y esperar hasta que el momento sea "menos riesgoso" para quedar embarazadas. "Yo ya estoy mayor y no podía esperar más. Ahora estoy ansiosa, quiero que mi hija nazca cuanto antes. Voy al médico regularmente y me mantengo muy informada, pero no puedo ver las imágenes de esos bebes con microcefalia, me hacen muy mal", señaló.
En el hospital Oswaldo Cruz, la doctora Angela Rocha, jefa del sector de infectología pediátrica, descartó que el zika sea una enfermedad relacionada con las clases sociales más bajas, aunque reconoció que afecta a las personas de menos recursos porque están más expuestas.
"Viven en entornos poco salubres, no tienen agua corriente y deben mantener agua parada en tanques mal lavados, se embarazan más y no toman las precauciones necesarias en cuanto a usar repelente o ropa más cubierta. Además, no suelen tener un acompañamiento médico adecuado que las ayude después, en caso de que sus fetos padezcan microcefalia", explicó Rocha, quien aclaró que el período más delicado es el primer trimestre y no todas las mujeres con zika transmiten el virus a sus hijos.
Tal vez la ilustración más clara de que el zika elige indiscriminadamente a sus víctimas sea el caso de los hijos gemelos de Casiana y Edson Severino, 29, que nacieron 15 días atrás de placentas diferentes: Melissa, con microcefalia, y Edson Jr. con la cabeza normal. "Fue muy triste y frustrante", dijo Casiana, cuyos pequeños todavía están internados en el Instituto de Medicina Integral Prof. Fernando Figueira, donde a diario son sometidos a exámenes para clarificar cómo el virus afecta de manera distinta a los fetos.
"Zika cero", el nuevo desafío
- El gobierno de Brasil redobló ayer sus esfuerzos contra el mosquito Aedes aegypti, que transmite el virus del zika, al igual que el del dengue y el de la chikungunya, con una masiva campaña en los medios y un nuevo decreto que autoriza a los agentes de salud a ingresar por la fuerza a inmuebles privados abandonados o cuyos dueños estén ausentes.
- Bajo el lema "zika cero", la campaña anunciada por la presidenta Dilma Rousseff tiene como objetivo reducir al máximo los focos de desarrollo de estos mosquitos y la propagación del zika, que ha sido vinculado al inusual aumento de casos de microcefalia en bebes recién nacidos de madres infectadas con el virus. Por su parte, el jefe de gabinete, Jaques Wagner, recomendó a las embarazadas no viajar a Río de Janeiro para asistir a las próximas Olimpíadas, del 5 al 21 de agosto.
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