Por la calle
Como si el hombre lobo hubiese tomado el dominio, cuando pasa la medianoche, de los jardines del establecimiento universitario de José Hernández y 11 de Septiembre, los habitantes de los edificios más próximos escuchan gritos y alaridos provenientes de ese lugar. Comentaron los vecinos que se trata de jóvenes que ingresan allí por las aberturas decorativas del paredón que rodea el establecimiento y se quedan hasta entrada la madrugada jugueteando de manera estentórea.
Contaron los parroquianos que aprovechan las más de las veces la luna llena para aullar y hacer ruedas cerveceras, que se alegran cuando la madrugada avanza. Otros vecinos preguntaron qué papel cumple de noche la vigilancia privada cuya presencia se advierte durante el día.
Bacheo urgente
Todo indica que las últimas precipitaciones pluviales han acelerado la proliferación de baches y también de promontorios por corrimientos de asfalto, situación que preocupa al secretario de Producción y Servicios porteño, ingeniero Nicolás Gallo. Así, en la avenida Presidente Ramón S. Castillo, en el cruce con la avenida de los Inmigrantes se produjo un hundimiento que amenaza con convertirse en más peligroso por tratarse de una vía rápida y muy transitada.
Cualquier maniobra para esquivarlo puede generar un choque en cadena. Algo parecido ocurre en la avenida Mariano Acosta al 100, entre Rafaela y Coronel Ramón Falcón. Una situación curiosa perdura en la esquina de Mercedes, en el cruce con Bogotá. El asfalto desapareció en más de la mitad de esa esquina y produjo un desnivel que altera a los automovilistas. También fueron varias las quejas registradas por la presencia de promontorios asfálticos en Salguero entre la avenida Figueroa Alcorta y la avenida Costanera, casi debajo de los puentes ferroviarios.
Sin problemas
Una antigua pérdida de agua que se observaba en el espacio verde de Arenales y Esmeralda, y que fue motivo de quejas vecinales publicadas en esta columna, tuvo una rápida solución.
Aguas Argentinas reparó esa pérdida en forma inmediata, que había sido verificada por inspectores del Gobierno de la Ciudad pertenecientes a la Dirección General de Coordinación con los Servicios Públicos Nacionales. Tal lo informado por el ingeniero Horacio Garlan, director general de Servicios Públicos.
Aguas turbias
"La poética factura de Aguas Argentinas nos llega alegremente con un aumento del 41 por ciento, cuando todavía están mojados nuestros pisos y con olor a cloacas nuestros departamentos", se quejaron Marta Brachman y Nivia Moro.
Se trata de departamentos en el primer piso de Paraguay al 400. Con las copiosas lluvias, de los desagües pluviales surgen como géisers de agua maloliente que inundan los departamentos y salen por la puerta para llenar las escaleras y huecos de los ascensores. Estas vecinas puntualizaron que "el colector único para aguas cloacales servidas y pluviales de la calle Paraguay a la altura mencionada es de los más antiguos de la ciudad y no alcanza, lo que genera una presión hacia arriba de aguas contaminadas".
"Hasta ahora nadie hizo nada", dijeron Brachman y Moro, y enfatizaron que "la mejora ambiental y el servicio universal son un cuento total, no así el 41,43 por ciento que sí es real".