Por seis meses habrá demoras en los trenes
A cuatro días del incendio no terminaron de estimar daños
Pasarán seis meses, o quizá más, para que se normalice el servicio de trenes de la línea Roca, que anteayer sufrió dos nuevos atentados luego del incendio intencional que el domingo último destruyó la sala de señalización, el control de cambios y algunos circuitos de las vías en la estación Constitución.
El secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, advirtió ayer que el restablecimiento del cronograma de los ferrocarriles se demorará, pues la empresa Trenes Metropolitanos necesita "mucho tiempo" para reparar los daños causados por el fuego.
Según el funcionario, la recuperación parcial de las frecuencias del ramal Temperley llevará semanas: "Para dejarlo como estaba funcionando... se habla de seis meses".
Fuentes técnicas de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) dijeron a LA NACION que la normalización tomará "como mínimo seis meses".
En tanto, desde el Gobierno, el presidente Néstor Kirchner reforzó la hipótesis oficial en torno del incendio. Dijo que lo ocurrido fue responsabilidad de sectores que tratan de alterar el orden vigente, aunque aseguró que los embates planeados por estos supuestos grupos (a los que no identificó) no apuntan contra el Gobierno, sino "contra el normal funcionamiento del Estado".
A la salida del almuerzo que el jefe del Estado mantuvo ayer con integrantes de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), Kirchner dijo que se estudian sanciones contra las compañías que no cumplan con la prestación adecuada del servicio ferroviario. "Aquellos que no estén a la altura de las circunstancias tendrán la sanción que les corresponde, hasta el nivel máximo de la concesión", afirmó.
Nuevos delitos
A pesar de que Metropolitano aún no terminó de estimar el costo de los daños, anteayer hubo otros dos delitos contra el ex ferrocarril Roca. El primero ocurrió en la tarde del martes, en Glew, cuando desconocidos golpearon una catenaria que proporciona la corriente que hace funcionar la máquina del tren.
El segundo, y más grave, según el propio Jaime, sucedió en Temperley anteanoche, a las 20.30, cuando alguien cortó dos cables de electrificación. Según fuentes de Transporte, en ambos casos se buscó paralizar el servicio. Pero los afectados fueron los pasajeros, que volvieron a viajar apretados y a llegar tarde. "Hubo problemas en la estación Temperley, estuvimos parados durante más de media hora sin que nos dijeran por qué", dijo Alicia Rodríguez Lavalle. "Tardé una hora y media en llegar desde Adrogué, es un desastre", se quejó otra pasajera, Nora Navarro.
Jaime, sin dudarlo, reflotó el tema de los atentados. "Aquí hubo intencionalidad y conocimiento para atacar a un servicio público y al proceso de transformación llevado adelante por Kirchner", dijo.
En tanto, el Presidente volvió a establecer una vinculación entre la ola delictiva que azota a la ciudad en los últimos días y los cambios impulsados desde el Gobierno sobre la Policía Federal.
"Hay delitos permanentemente, pero no tengo ninguna duda de que hay algunos sectores interesados y desplazados de los lugares que tenían que están ayudando a crear una situación de psicosis en la sociedad, porque evidentemente trabajan para desestabilizar y quebrar determinadas situaciones institucionales", dijo.
En Metropolitano descartaron un autosabotaje y dijeron que sospechan que en los delitos puede haber participado personal despedido o que aún trabaja en la empresa y fue instigado por gente que quiere que pierda la concesión.
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