Coronavirus en la Argentina. Preocupa la falta de vacunación de los chicos para otras enfermedades
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF advirtieron recientemente sobre un descenso en las vacunaciones durante la pandemia de coronavirus en todo el mundo. Según datos brindados por la OMS durante los cuatro primeros meses de este año, se produjo una disminución sustancial del número de niños que completan las tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina o convulsa (DTP3), un hecho que se produce por primera vez en 28 años. "El sufrimiento y las muertes evitables causadas por saltarse la inmunización sistemática de los niños podrían ser mucho mayores que el propio Covid-19, aunque no tiene por qué ser así. Las vacunas pueden administrarse de forma segura incluso durante la pandemia y pedimos a los países que garanticen la continuidad de estos programas esenciales para salvar vidas", asegura Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la entidad.
Esta situación se repite en todo el mundo, y la Argentina no es la excepción. La cuarentena trajo aquí también un marcado descenso en las vacunaciones y de controles en los niños. El temor al contagio es el principal factor. Tanto es así que la Sociedad Argentina de Pediatría alertó sobre la cifra alarmante de caída en la asistencia a controles que llegó al 44%, a la vez que el último informe elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), registró también un descenso del 22% en el cumplimiento de la vacunación obligatoria en el AMBA. En vista de estos números y con el fin de incentivar a los padres a cumplir con los controles, el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires (MPT) lanzó una campaña para concientizar sobre el cumplimiento del derecho de salud de niños, niñas y adolescentes. En sus mensajes se lee: "Los especialistas en salud recomiendan que no dejes de acudir a los controles, que no interrumpas tratamientos ni la vacunación del calendario obligatorio" o "Que el aislamiento no te impida cumplir con este importante derecho de niñas, niños y adolescentes".
"Llevé a mi hija de 20 meses a darle la vacuna antigripal, pero a los controles no la llevé, ni tampoco a mi hijo de 8 años, para no arriesgarlos a algún tipo de contagio", cuenta Valeria García Moral, de Parque Avellaneda, quien aclara que la decisión fue luego de la consulta con su pediatra para ver si valía la pena ir solo para control, "ya que ambos se encuentran bien de salud y no necesitaban ninguna otra vacuna o estudio", dice.
"Hay temor en los padres, creo que hubo un mensaje que falló o que no fue suficiente o fue malentendido. Por supuesto que hay que sostener el aislamiento a rajatabla para cuidar la salud, pero no deben interrumpirse otras formas de cuidarse y me refiero a la salud integral, desde la salud mental, la salud física y sobre todo a la vacunación. De hecho, una de las alarmas más grandes es con respecto a los padres que no están realizando los controles de los bebés recién nacidos, que tienen que ser periódicos hasta el primer año de vida", explica Yael Bendel, titular del MPT.
En el mismo sentido, Luciano Guido Vizcay, médico del staff del servicio de pediatría del Hospital Alemán (MN 90295), alerta sobre lo negativo de la situación y advierte que la falta de concurrencia a los controles genera una serie de consecuencias no beneficiosas para los pacientes pediátricos. "La ausencia de controles en pacientes recién nacidos, la incorporación tardía de alimentos, la falta de detección de patologías, la discontinuidad de controles de pacientes con patologías de base como diabetes, enfermedades renales, cardiopatías, generan a futuro un sinfín de complicaciones que luego debe abordar el paciente, la familia y el profesional médico", señala. Asimismo, hace hincapié en los chicos con autismo que realizan seguimientos multidisciplinarios y que al suspenderlos dejan de generar los avances que les da la estimulación temprana, algo muy difícil de recuperar.
Una vez más, para Vizcay la razón es el temor, "la pandemia ha generado un tema de responsabilidad en cuanto a los cuidados, pero también de miedo en los padres, ya sea por contagiar a sus hijos o contagiarse de la enfermedad, tanto en el hospital, como en la movilización a los mismos, sobre todo en aquellos que dependen del uso de transporte público", dice.
Por su parte, Adriana Martino, madre de dos hijos, de Villa Urquiza, cuenta su experiencia en plena pandemia: "No llevé a mi hija de 11 años al tratamiento odontológico porque me llamaron para cancelarlo al principio de la cuarentena. Cuando abrieron no fui porque tenía miedo.El pediatra me recomendó que le diera las vacunas del calendario obligatorio y no me surgieron nuevas consultas por el momento".
Para Bendel, los controles no deben descontinuarse y siempre la decisión sobre una visita presencial o una consulta por videollamada o por teléfono o la posibilidad de posponerlos debe recaer en el pediatra o especialista. "Por supuesto, que si hay un control que se puede posponer o que no es necesario que sea presencial se puede dejar para más adelante o hacer la consulta virtual pero la llamada telefónica al pediatra, al psiquiatra, al psicólogo o al especialista que lleva el tratamiento hay que hacerla sí o sí. El médico es el que tiene que evaluar la necesidad o no de la visita", aclara. Bendel asegura que durante este tiempo se están viendo consecuencias graves en las condiciones de salud en chicos que discontinuaron tratamientos. "Sobre todo en aquellos con trastornos alimentarios o condiciones de salud mental, el peligro está en que se pierde el camino andado", enfatiza.
Coincide Carlos Boccio, jefe de otorrinolaringología del Hospital Italiano de Buenos Aires (MN 59914), quien también destaca la importancia de los controles y seguimientos del niño sano, como así también de las patologías prevalentes. "Hay que tener en cuenta que retrasar el diagnóstico o el tratamiento en muchos casos conlleva a obtener menos resultados. Por ejemplo, en el caso de los controles y seguimiento audiológico es importante que los niños continúen con los mismos, ya que el diagnóstico precoz en hipoacusias que requieran de alguna estrategia de mejora, como el uso de otoamplífonos o eventualmente la indicación de un implante coclear se ve fuertemente modificada en los resultados si la intervención es tardía", explica.
El retraso o la falta de las vacunas pone en riesgo al niño al exponerlo a enfermedades como sarampión, meningitis, tétanos, difteria, entre otras
Para Boccio, hoy se pueden establecer programas organizados deteleconsultas que no solo permiten interrogar al paciente, sino además visualizar sus estudios, solicitar prácticas y dar seguimiento a afecciones, esto lleva en muchos casos a evitar la consulta presencial y avanzar con líneas diagnósticas y terapéuticas, y en otros casos detectar precozmente aquellos casos que ameriten una consulta presencial y ser derivados a tiempo para la misma. Sin ir más lejos, el servicio de Detección temprana de la hipoacusia del Hospital Italiano realizó durante el aislamiento algunos encendidos de implantes cocleares por telemedicina. El equipo formado por médicos, audiólogas, especialistas en lenguaje y asistentes sociales, logró que chicos que habían sido operados para colocarse el implante, y que debían esperar un tiempo para el encendido y los frenó la cuarentena, pudieran escuchar por primera vez gracias a la medicina a distancia.
Vacunas sí o sí
Mariana Arregui es médica pediatra del hospital Cosme Argerich (MN 113344) y según su experiencia, las semanas más complicadas fueron las primeras de la cuarentena cuando bajaron mucho las consultas y la vacunación. "La gente estaba muy asustada, no estaban funcionando los consultorios, las salitas estaban cerradas y los hospitales atendían de forma limitada, pero luego se fue normalizando, hoy funciona todo y desde el último mes, de a poco, la gente está volviendo a hacer los controles con los recaudos y cuidados necesarios", señala.
"Las primeras semanas terminaron demorando el calendario de vacunación, pero la gente está empezando a completarlas, sobre todo en los menores de dos años", agrega. Según Arregui, en el caso de los chicos de 6 años, casi todos tenían cubiertas las vacunas por el ingreso escolar antes de que empezara la cuarentena. "De los que más recibimos consultas son de los chicos de 11 años para ver si tienen que ir ahora o pueden esperar a que pase todo esto. La conducta que estamos tomando todos desde la Sociedad Argentina de Pediatría para abajo es que la vacuna no se suspende por nada, debe aplicarse igual. Les decimos a los padres que no se demoren por estas circunstancias, con todos los controles del mundo, pero que vayan", enfatiza. De todas formas, Arregui aclara que los vacunatorios se están manejando con mucho recaudo, por turnos, y lo que se pide básicamente es que concurra un solo acompañante por niño, con tapaboca, se les provee de alcohol en gel en el ingreso, alfombra sanitizante, además el tiempo que están frente al vacunador es breve. "La Sociedad Argentina de Pediatría dice que las vacunas no se interrumpen nunca, y ahora menos", finaliza.
Vizcay lleva tranquilidad y sostiene que los hospitales cuentan con protocolos estrictos para evitar cualquier contagio del paciente pediátrico. Las áreas afectadas por Covid-19 están separadas de las áreas de atención y vacunación, y se llevan adelante medidas que evitan el agrupamiento. Se dan turnos asignados para vacunas que evitan que los niños se junten para esperar. Las salas tienen asientos que mantienen una separación de 1,5 metros, y todo el personal médico está protegido con los elementos de seguridad para cuidar tanto a los profesionales médicos y de enfermería, como a los pacientes. "El cumplimiento correcto del calendario de vacunación evita enfermedades que son prevenibles. El retraso o la falta de las mismas pone en riesgo al niño al exponerlo a enfermedades como sarampión, meningitis, tétanos, difteria, entre otras", asegura.
Desde el Ministerio Público Tutelar, Bendel enfatiza que el mensaje para toda la sociedad es que los padres se comuniquen con sus pediatras, médicos de cabecera, especialistas, con el hospital más cercano y que consulten sobre la necesidad o no de la visita presencial. "El aislamiento es una medida para cuidar la salud, pero a la salud hay que entenderla en forma integral involucra a cualquier enfermedad y, por supuesto, a la vacunación que es impostergable", finaliza.
Para mayor información sobre el calendario obligatorio de vacunación se puede visitar la web: https://www.buenosaires.gob.ar/sites/gcaba/files/calendarios-web.pdf, las direcciones de los vacunatorios en CABA en https://www.buenosaires.gob.ar/salud/horarios-de-vacunatorios y el enlace para gestionar el permiso de circulación https://www.argentina.gob.ar/circular. Mientras que las líneas de ayuda para cualquier consulta u orientación del MPT son 08001227376, los WhatsApp 1570377037 y 1536373727, que funcionan todos los días de 8 a 20.