Prisión perpetua para un homicida

22 de diciembre de 1998

LA PLATA.- En un fallo sin concesiones, se impuso prisión perpetua a un ladrón que en medio de un asalto mató a tiros a una joven que quiso huir.

La Sala III de la Cámara Penal de esta ciudad consideró que no se estaba frente a lo que la ley llama "homicidio en ocasión de robo", sino de una muerte provocada para lograr la impunidad del ladrón, hecho previsto con condena máxima en el Código Penal.

Los cómplices recibieron penas de menor entidad, por homicidio en ocasión de robo, y el fallo fue duro para el que hizo de "campana", fuera del negocio asaltado: once años de prisión.

Este hecho tiene un antecedente. El 10 de julio de 1996, cuatro hombres armados entraron para robar en un taller mecánico en la calle 13 entre 528 y 529. El cliente Luis Cosio había descendido de su F-100 cuando llegaron los ladrones. La esposa de Cosio, Andrea Olavarría, que había quedado en la camioneta, se asustó e intentó huir con el vehículo, pero chocó contra una pared y uno de los ladrones, Sebastián Caretti, corrió hacia ella y le disparó.

Los camaristas Carlos Silva Acevedo, Alfredo Sanucci y Armando Correa entendieron que Caretti había matado a la joven para evitar que ésta huyera y llegara, así, a la policía.

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