Ante la ola de violencia. Propuesta que plantea sus dudas
Por Atilio Cadorín
La propuesta del presidente Menem de convocar a una reunión con los especialistas de la oposición para tratar el tema de la seguridad como una política de Estado es una iniciativa que ni el Gobierno, ni la oposición pueden abordar a la ligera y con un sentido electoralista.
Si la iniciativa merece ser considerada, también le abre paso a algunos interrogantes.
Es natural que así sea. Hay motivos para plantearse algunas dudas con respecto a la idea del Gobierno de convocar, ahora, a la oposición para delinear una política de seguridad.
¿Por qué aparecen esos interrogantes?
En primer término, porque el anuncio del oficialismo se hizo el mismo día en que Duhalde puso en práctica el nuevo código procesal, con las dificultades propias de toda medida nueva.
La presencia de la campaña electoral, que comienza a teñir todo, es otra razón para que persistan los interrogantes. Porque la seguridad puede transformarse, fácilmente, en un recurso electoral.
La falta de definición acerca de la jurisdicción de la que debe depender la Policía Federal.
El inédito llamado a la oposición de un oficialismo que, habitualmente, prescindió de este tipo de consultas y, particularmente, la resistencia oficialista a darle participación a los sectores opositores en estos temas.
Estos son algunos de los interrogantes que forman parte de las dudas acerca del tratamiento que se le dará a un tema -la inseguridad- que para la ciudadanía es, actualmente, la principal preocupación.
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