Qué medidas recomiendan los especialistas para las próximas semanas
Para los expertos consultados por LA NACIÓN más que poner el énfasis en cierres los fines de semanas, se debería acelerar la vacunación y reforzar los testeos
Los números marcan una meseta alta. Los casos no están aumentando en el AMBA, pero tampoco han descendido según lo esperado. Los vacunados con ambas dosis en todo el país son pocos todavía, apenas un 7% de la población. Son los argentinos que están más protegidos frente a la aparición de la variante Delta, de alta contagiosidad, con una protección del 70%. En cambio, los que tienen solo una dosis, esto es uno de cada cuatro argentinos, tienen una cobertura frente a la enfermedad del 30%. Y la particularidad de esta cepa es que ataca a población más joven. La lectura de la situación que hacen los epidemiólogos e infectólogos consultados por LA NACION, no dejan mucho margen ante las medidas que en pocas horas anunciará el Gobierno, ante el vencimiento del último decreto presidencial.
Sin embargo, coinciden los especialistas, insistir en medidas como los cierres totales durante los fines de semana, o el lock down para locales comerciales, entre otras decisiones que están en estudio, no tendrían el efecto esperado. “Lo que necesitamos ahora más que nunca es una estrategia que incluya vacunar más gente, más velozmente y en forma completa para tener un escudo frente a las cepas de alta contagiosidad”, apunta Elena Obieta, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI). “Los cierres pueden ser parte de las medidas, pero no las únicas. Porque no hay peor medida que la que no se cumple. Y ante el poco margen social para cierres totales, lo que se debe acelerar es la vacunación y los testeos. Tenemos que salir a buscar a los asintomáticos, porque la circulación comunitaria es alta. En el Reino Unido, aunque no tenían tanta cobertura con la vacunación al comienzo, testeaban mucho. La gente se testeaba dos veces por semana. Y esto permite aislar al asintomático y a su entorno”, apunta Obieta.
“No tenemos margen social ni económico para insistir en cierres totales. Sería un error. Las medidas de cierre de los fines de semana demostraron no tener ningún impacto”, apunta Adolfo Rubinstein, exsecretario de Salud de la gestión de Mauricio Macri, y médico experto en Salud Pública y magíster en Epidemiología Clínica. “El amesetamiento alto de los casos se debe a que existe un mecanismo de autorregulación social, la gente entendió que tiene que cuidarse y cambió sus hábitos. Bajaron los encuentros clandestinos. Creo que hay que seguir trabajando desde ese lugar. Las medidas restrictivas tienen un nefasto impacto económico y generan informalidad. Muchos locales trabajaron con persianas bajas, y eso empeora las cosas”, agrega.
“La principal medida tiene que ser acelerar la vacunación. Los testeos han aumentado, pero todavía son menos de los óptimos. Si logramos captar a los asintomáticos, vamos a hacer una diferencia”, dice el infectólogo Eduardo López, uno de los especialistas que integran el grupo de asesores del Presidente en materia epidemiológica. “Mi recomendación es que se mantengan las restricciones actuales, que lograron amesetar los casos y analizar las medidas por jurisdicciones. Con mayor apertura donde están bajando los casos y más restricciones donde suben”, agrega. Entre las medidas que habría que analizar, dice López, es la habilitación de locales gastronómicos, con posibilidad de funcionar con un aforo del 30%. “Es muy difícil de controlar. Porque la gente se sienta muy cerca y se sacan el barbijo. Si las medidas se cumplieran, si se comprendieran que el protocolo implica volver a ponerse el barbijo cuando no se come y respetar la distancia incluso en la mesa, se podría ser más cautos con los cierres”, dice López.
Apurar la segunda dosis
El sistema de vacunación que se adoptó hace algunos meses como estrategia, de diferir la segunda dosis para llegar a una mayor cobertura de inmunización en la población con al menos una dosis podría no ser la mejor estrategia en este contexto, ante la llegada de nuevas cepas. Los virus mutan cuando encuentran resistencia y a la vez, mucha población susceptible al contagio, explican los especialistas. “Las nuevas variantes y la subvacunación de la población van de la mano. Porque, cuando la mayoría de la población está inmunizada el virus deja de mutar y muere”, explica Obieta.
La relativa cobertura con primera dosis y hasta con la segunda, explica López, está llevando a algunos especialistas a pensar en una tercera dosis para que la población esté cubierta contra todas las variables. “La cobertura de la vacuna es sobre el virus original”, explica.
No necesariamente el cierre de fronteras sea la opción ante la llegada de la variable india, dicen los especialistas. Aunque no se debería descuidar el sistema de vigilancia en las fronteras. “La variable Delta es muy reciente acá. Pero ya es muy predominante en Inglaterra. Cerrar las fronteras tiene un impacto relativo. Lo que hay que hacer es un control intensivo, como se está haciendo ahora. Hisopados y aislamiento de casos positivos”, dice Rubinstein.
“Hoy la estrategia es aumentar la cobertura de población con las dos dosis. Los fallecidos que habían sido vacunados con una dosis fueron unos 3000, pero con las dos dosis, apenas unas 46 personas”, dice López.
“Esto es una carrera entre el virus y la vacuna. Cuanta más rápida sea la vacunación, y menor cantidad de casos haya, menor es la chance de que aparezcan nuevas variables. El gran problema con la variable india es que elude la respuesta inmunológica, sobre todo con esquemas parciales. Esto es, que la primera dosis no protege demasiado. Apenas el 30%. Recién con dos dosis, se llega al 70%. Con estas variables hay que tener mucho cuidado con los esquemas parciales”, agrega Rubinstein.
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