Quedó preso otro policía por el asesinato de dos menores
Se entregó ayer uno de los policías bonaerenses a los que la justicia de San Martín acusó de participar en el homicidio de Gastón "Monito" Galván y Miguel "Piti" Burgos, dos adolescentes que, según denunciaron públicamente sus familiares, habrían integrado una lista de menores que "debían ser eliminados".
Fuentes judiciales dijeron a LA NACION que son dos los efectivos imputados por el doble homicidio: el sargento Carlos Icardo, detenido el viernes último, y el oficial subinspector Marcos Bresán, que se entregó ayer.
Otros dos uniformados acusados por la privación ilegal de la libertad de los menores y que estaban prófugos también se entregaron ayer, pero obtuvieron su excarcelación luego de que el juez de garantías de San Martín Osvaldo Fernández Gannon hizo lugar al recurso de exención de prisión que presentaron previamente: son el sargento 1° Oscar Casco y el cabo 1° Mauricio Entivero.
El oficial subinspector Juan Domingo Barrientos, el cabo Ramón Acosta y el sargento ayudante Eduardo Escobedo, presos desde el viernes último y acusados sólo por la detención ilegítima de Monito y Piti antes de su muerte, correrían la misma suerte si presentan sus respectivos recursos excarcelatorios.
Aún hay un prófugo: es el oficial subinspector Martín Ferreyra.
Los escuadrones
Voceros de la Fiscalía de Cámara de San Martín explicaron a LA NACION que el fiscal Héctor Scebba, a cargo de la causa, sólo investiga estos dos asesinatos. Así, descartaron que, al menos en su caso, uno de los ejes de la pesquisa sea revelar la existencia de eventuales escuadrones de la muerte integrados por policías.
Sí opinan eso los familiares de Galván, Burgos y otras supuestas víctimas de uniformados, organizaciones de derechos humanos y hasta la Suprema Corte bonaerense, que en una durísima acordada dejó sentada su sospecha de que 60 menores muertos en enfrentamientos armados, según la policía, fueron en realidad víctimas del gatillo fácil.
De hecho, Icardo y Bresán, los policías acusados de homicidio por Scebba, están bajo sospecha por la muerte a balazos de dos amigos de Monito y Piti: Juan Salto y Fabián Blanco. Así lo aseguraron sus familiares, que meses antes de la resolución del fiscal de San Martín ya habían hecho públicos sus nombres.
Sobre la base de testimonios -algunos con reserva de identidad-, Scebba dio por cierto que la tarde del 24 de abril último Monito Galván y Piti Burgos fueron "levantados" de una estación de servicio y llevados a la comisaría 3a. de Don Torcuato -"la Crítica"- por los ahora acusados, que revistaban en esa seccional.
El ingreso de los menores en la seccional no fue asentado en los libros. Tampoco hubo comunicación judicial sobre su detención. A la 1.30 del 25, según consta en el expediente, Icardo y Burgos se los llevaron.
Poco después de las 6, un vigilador encontró los cadáveres de Galván y Burgos en un descampado, junto a un puente, en el cruce de la autopista del Buen Ayre y Sarratea, en José León Suárez.
Al Monito le habían pegado once tiros y tenía una bolsa de nylon en la cabeza; Piti recibió seis balazos y estaba amordazado con un trapo sucio. Los dos fueron hallados atados de pies y manos y presentaban un tiro de gracia en la nuca. Según la autopsia, el doble asesinato se produjo una hora después de que los menores fueron sacados de la Crítica. Además, se estableció que los adolescente fueron asesinados en otro lugar y arrojados a la vera de la ruta, justo en el límite entre San Isidro y San Martín.