Quieren más carriles desde Pilar hasta Pergamino. Reclaman el ensanche de un tramo de la ruta 8
Legisladores y jefes comunales de los partidos involucrados debatieron soluciones para no frenar el desarrollo de la zona
Los autos avanzan a paso de hombre. Una cola interminable de camiones impide ver más allá de unos metros. Irritados, los conductores comienzan a impacientarse. Como todos los fines de semana, el tramo de la ruta 8 que une las ciudades bonaerenses de Pilar y Pergamino propone un ejercicio de paciencia.
Para quienes hacen ese trayecto a menudo, el problema no es nuevo: hace años que reclaman el ensanche de esa vía y muchos han terminado resignándose a utilizar la ruta 9 y recorrer una distancia mayor sólo para eludir el congestionamiento.
Ocurre que los cuatro carriles de la Autopista del Sol se convierten, a la altura de Pilar, en una angosta ruta de sólo dos.
Y todo empeora con el tránsito pesado de camiones que se origina apenas unos kilómetros más adelante, en el parque industrial de esa ciudad.
Por el bien común
Pero el pedido de ampliación que aúna a los vecinos y a las autoridades de los partidos que atraviesa la ruta no sólo apunta a evitar este tipo de molestias.
Según aseveran, también disminuiría el alto nivel de siniestralidad e impulsaría el desarrollo de la región, de enorme riqueza agrícola y ganadera.
Pero hasta ahora sus reclamos no tuvieron el eco esperado.
Y salvo por un proyecto de ley que se encuentra en la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación, no existen planes concretos para efectuar el ensanche en el corto plazo.
Si bien la empresa concesionaria de la ruta, Camino del Oeste SA, anunció una serie de refacciones en Pilar que prometen darle un alivio al problema, su propio director, Víctor Flaiban, reconoció a La Nación que sólo se trata de un "paliativo".
En una mesa redonda organizada por La Nación , legisladores e intendentes de la zona coincidieron en señalar que las obras proyectadas no harán más que "trasladar el problema unos kilómetros más allá".
El proyecto en cuestión consiste en la construcción de un segundo puente sobre el río Luján, la prolongación de la doble mano hasta el parque industrial y la pavimentación de banquinas en varios tramos.
Alcides Sequeiro, intendente de la ciudad de Pergamino, graficó claramente la situación: "El tránsito es desastroso. Cada vez circulan más camiones por la ruta 8 y los embotellamientos en ese tramo llegan a tal punto que recorrer unos pocos kilómetros puede demandar a los automovilistas varias horas".
Accidentes y trabas
Los problemas son muchos más y de mayor complejidad. Carlos Mazzieri, intendente de la ciudad de Colón, lo resumió de la siguiente forma: "Este tramo de la ruta cobra muchas vidas periódicamente. Además, cruza no pocas zonas urbanas, con lo que la peligrosidad aumenta sobremanera".
Los funcionarios también pusieron de relieve que la vieja ruta nacional supone una traba para el desarrollo futuro de la región.
"Al dificultar las comunicaciones, la ruta frena el crecimiento. Su ensanche va a ser una condición fundamental para el despegue de la zona", explicó el senador provincial Daniel Bolinaga.
También Ricardo Bozzani, intendente de la localidad de Exaltación de la Cruz, hizo hincapié en las posibilidades de transformación. "El intenso desarrollo que vivió la ciudad de Pilar desde la habilitación de la nueva autopista es una prueba clara en ese sentido", señaló.
Por su parte, la diputada nacional Rosa Tulio, autora del mencionado proyecto de ley, se valió del mismo ejemplo: "Hoy Pilar no sería lo que es si no fuera por el acceso norte".
Según informó, su iniciativa pronto tendrá despacho en la Comisión de Transporte y pasará a la de Obras Públicas.
En tanto, consultado por La Nación , Víctor Flaiban, director general de la empresa que desde 1990 está a cargo de la explotación comercial de la ruta 8, compartió el criterio de intendentes y legisladores.
"Indudablemente, la ruta merece ser ensanchada", fueron sus palabras. Pero inmediatamente aclaró que "en el contrato no estaban previstas obras de infraestructura".
Mientras tanto, los vecinos continúan esperando una respuesta.
Flavio Dafouz y Carlos Cerdeira, de San Antonio de Areco, estudian en La Plata: "Los viernes, volver al pueblo nos toma entre cinco y seis horas en colectivo, cuando el mismo trayecto puede hacerse en tres horas".
Juan Carlos Avalos, dueño de un quiosco en Exaltación de la Cruz, se quejó: "Llegar a los cines de Pilar el fin de semana, por ejemplo, se puede transformar en una verdadera pesadilla".
Las colas de autos y camiones se tornan interminables en las horas pico y durante los fines de semana.
Con el aumento del intercambio comercial que se produjo en los últimos años a raíz del Mercado Común del Sur (Mercosur), el desorden de vehículos en ese tramo de la ruta 8 no hizo más que agravarse. De allí que, tal como aseguró el intendente de Pergamino a La Nación , el problema de fondo bien podría resumirse en una frase: "El país cambió, pero la ruta es la misma".