A un año del crimen de Blumberg. Recordaron a Axel en una emotiva ceremonia
La misa se celebró ayer en la Catedral metropolitana
"Quiero aprovechar este día para agradecer a Dios que generosamente me brindó la mayor alegría de mi vida: Axel. Agradecerle los 23 gloriosos años que compartí día a día con él, a quien hoy llevo dentro de mí, en mi corazón. Agradecerle a cada uno de ustedes tenerlos conmigo en la casa de Dios, juntos, dispuestos a celebrar esta santa misa en memoria de Axel y de todos los hijos muertos, víctimas de la delincuencia".
Con estas palabras, Juan Carlos Blumberg agradeció a las más de mil personas que ayer lo acompañaron en la Catedral Metropolitana para celebrar una misa en memoria de su hijo Axel, al cumplirse un año del asesinato, crimen perpetrado por la banda de delincuentes que lo había secuestrado seis días antes.
La gente que colmó la Catedral Metropolitana lo recibió con un fuerte aplauso y un grito de "Fuerza Blumberg".
El padre de Axel estuvo en la primera fila. A su lado, se ubicaron el vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli, y el intendente de San Isidro, Gustavo Posse. En el mismo banco estaba José María Staffa Morris, colaborador de la Fundación Axel Blumberg por la Vida de Nuestros Hijos.
Un dolor compartido
Entre los asistentes a la ceremonia religiosa estuvieron Pompeya Gómez, la madre de Christian Schaerer, el joven secuestrado hace 580 días en Corrientes; Elsa y Eugenio Schenone, los padres de Marcos, asesinado en San Isidro en enero de 2003; Emilse Peralta, la mamá de Diego, un muchacho asesinado por sus secuestradores, y Nicolás Garnil, el adolescente raptado el año pasado en Beccar, junto con sus padres, Susana y Carlos, entre otros. Estuvo ausente la mamá de Axel, María Elena.
La misa la celebró el sacerdote Jorge Junor, quien en su homilía dijo: "En esta Semana Santa somos invitados a contemplar a Jesús en la cruz y descubrir en su dolor nuestro dolor".
La ceremonia tuvo momentos muy emotivos, sobre todo cuando Blumberg y Stefanía Garay, la novia de Axel, llevaron al altar las ofrendas. Tanto la joven como el ingeniero rompieron en llanto.
Al final de la ceremonia, y luego de una bendición por parte de Junor, Blumberg dijo unas palabras para recordar a Axel: "Sólo Dios sabe el dolor que me habita. Quiero entregarle a Dios tanto dolor y y rogarle que me ayude a transformar semejante privación en una lucha diaria para que tantos otros hijos no dejen de existir", sostuvo.
Y bregó: "Para que no haya otro Axel Blumberg en nuestras crónicas policiales y por una toma de conciencia de toda la sociedad con respecto a la ilegitimidad del crimen. El crimen en todas sus manifestaciones, ya sea bajo el nombre del secuestro, de la desnutrición o de Cromagnon", dijo Blumberg y recibió el aplauso de la gente que lo acompañó.
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