Comunidad / Historias solidarias. Refuerzan la comunicación de familias con personas sordas
La entidad Fundasor brinda contención, asesoramiento y apoyo cuando hay un integrante que tiene una discapacidad auditiva
"A los dos años, mis padres me llevaron al Hospital Garrahan. Allí, un pediatra que escuchó mi voz le preguntó a mi mamá: «¿Qué le pasa a tu hija, que no habla?», porque yo balbuceaba. A hablar se aprende escuchando y yo no podía hablar porque no escuchaba. Después de unos estudios, mis padres descubrieron que yo era sorda", recuerda Mariana Reuter, de 42 años.
Gracias a un enorme esfuerzo, terminó la secundaria. Hoy, con atentos ojos azules, lee los labios, aprendió la lengua de señas y también logró la oralización. Cursa estudios universitarios en consultoría psicológica con ayuda de un intérprete que asiste con ella a las clases y trabaja en esa profesión. Su testimonio desborda una voluntad inquebrantable.
"De adolescente no era consciente del poder que tenía. Después, comprendí que somos personas sordas con derechos y obligaciones. Antes me victimizaba y ahora me siento empoderada. Somos como cualquier otro: la única diferencia es que no escuchamos", asegura sonriente.
Su discapacidad la hizo transitar un largo aprendizaje. No fue fácil, pero encontró su "lugar en el mundo" y aprendió a "superar dificultades y mirar para adelante". La realidad sembró en ella una gran virtud: la empatía. Por eso, es parte de Fundasor, una ONG que atiende las necesidades de las familias con integrantes sordos e hipoacúsicos.
"En Fundasor comprendemos el duelo que pasa la familia cuando nace un hijo que es diferente al soñado y surge la pregunta: ¿qué hago con mi hijo?", dice. Allí es donde la ONG brinda su apoyo, contención y asesoramiento. "Les explicamos qué herramientas pueden servirles: desde cómo encarar la educación de sus hijos hasta lo que es un audífono o un implante y el certificado de discapacidad", cuenta Cristina Alesso, hermana de Anahí, que fundó la ONG. Anahí es sorda.
"Asistimos en los tres casos que pueden darse: padres oyentes con hijos sordos, padres sordos con hijos oyentes y padres sordos con hijos sordos -enumera-. Cuando en mi familia descubrimos que Anahí era sorda, se nos hizo un agujero. No sabíamos por dónde empezar (...) A todos los padres les pasa lo mismo, por eso se necesitan información, apoyo y contención. Ésa es nuestra función."
Muestra orgullosa el libro que publicaron sobre la lengua de señas y el DVD sobre pautas de convivencia para familias con chicos sordos. Es el material que Fundasor ofrece a quienes lo necesitan. Cristina explica que la ONG habla de "la cultura sorda porque se trata de un mundo de silencio. En muchas familias los padres son oyentes, pero sus hijos no entonces ¿cómo se pueden comunicar? Un chico que no está comunicado con sus padres está aislado".
Para promover la comunicación, Fundasor realiza talleres gratuitos para familiares, coordinados por profesionales y especialistas. En estos encuentros tratan diferentes temas, tales como: las características de la cultura sorda (para que comprendan mejor la identidad de su hijo y sus sentimientos); pautas de convivencia (para manejarse cotidianamente en casa) y además brindan una capacitación básica sobre la lengua de señas.
"Tenemos historias muy lindas, por ejemplo la de un papá que se llevaba muy mal con su hijo adolescente. A partir del curso, empezó a comunicarse con él y pudo tener otra comunicación: el padre entendió al hijo y el hijo entendió al padre ¡Eso hemos logrado! Se trata de sembrar y cosechar", expresa Cristina.
Hace unos meses se acercó a la fundación una madre con tres hijos, de los cuales dos de ellos padecen el síndrome de Usher (que involucra la pérdida del oído y también de la vista). Su mamá- que se encuentra en situación de vulnerabilidad social- junto con la fundación, está haciendo todo lo posible por concretar un implante coclear que les permita a estos chicos mejorar su audición y calidad de vida. Luego de peticionar ante organismos y hospitales públicos, todavía no lograron conseguirlo.
Quienes estén interesados en colaborar pueden comunicarse por teléfono con Cristina al (011) 15 4927 4594. Para más información ingresar a www.fundasor.org.ar
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