Retiran el apuntalamiento de San Ignacio
La estructura tubular se había colocado sobre la fachada del edificio más viejo de Buenos Aires para evitar derrumbes; sigue la restauración del templo
Las estructuras de metal que durante cuatro años apuntalaron la fachada de la Iglesia San Ignacio Loyola, la más antigua de la Ciudad de Buenos Aires, comenzaron a ser retiradas, según informó el arquitecto que dirige la obra integral de restauración, Eduardo Scagliotti.
Las estructuras tubulares fueron instaladas ante un posible derrumbe del edificio, cuando el caño maestro de Aguas Argentinas que pasa por la calle Alsina, se rompió e inundó un túnel que atraviesa el subsuelo de la nave central del templo, y afectó los cimientos.
Scagliotti afirmó que el armazón de apuntalamiento que ayer comenzaron a desarmar, será retirado por completo hoy, porque los estudios de riesgo, que dirigió el ingeniero Jorge Fontán Balestra, concluyeron que ya no es necesario.
No obstante, el arquitecto señaló que las estructuras del interior del templo se mantendrán y continuarán las obras de refacción y restauración integral del edificio.
Scagliotti explicó que las estructuras fse habían colocado preventivamente, "a raíz de los agrietamientos que sufrió la iglesia por la rotura del caño, que también afectó la fundación adonde llegan los cimientos de la fachada".
Cuando la iglesia fue apuntalada, se temía un derrumbe, pero actualmente "no hay peligro de desprendimiento ni de la torre ni de la fachada sobre la calle Bolivar", explicó.
El cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, lanzó en julio una la campaña para recaudar fondos y convocar a la comunidad a contribuir con el esfuerzo del Estado para financiar los arreglos y "mantener en pie a uno de los centros religiosos, asistenciales e históricos más importantes de la Ciudad".
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