El caso AMIA. Se habrían extraviado autopartes de la Trafic
Un testigo dijo que las halló en su local
La presencia de una Trafic usada como coche bomba contra la sede de la AMIA se hizo manifiesta ayer en el juicio, a través del relato de un testigo que dijo haber encontrado en su local supuestos restos de un paragolpe de la camioneta, aunque esa pieza nunca fue incorporada como prueba judicial en la causa.
Fue el único indicio de la camioneta en la audiencia, ya que uno de los policías que estaban de guardia frente a la mutual el día del ataque declaró ayer que no advirtió al vehículo porque -explicó- se agachó en el momento de la explosión para subir el volumen del equipo de radio.
En tanto, Juan Carlos Alvarez, ex barrendero y actual "ciruja de profesión", como él mismo se definió, un hombre que estuvo internado un año y medio -tres meses en terapia intensiva- luego de que la onda expansiva de la explosión lo hizo volar, aseguró que tampoco vio la camioneta, aunque sí afirmó que el volquete ubicado en la puerta de la AMIA poco antes de la explosión estaba vacío.
Así, se transformó en protagonista clave de la jornada Alberto Chaufán, cuyo padre trabajaba en una mercería de Pasteur 626. Dijo que al escuchar la explosión fue a buscarlo. Entre los escombros, reconoció su brazo, por el color del suéter; cuando los bomberos lo desenterraron, su padre tenía un hierro retorcido clavado en la cabeza. El hombre perdió un ojo, la audición y parte de la masa encefálica. Pero sobrevivió y ayer, entre el público, y mientras declaraba su hijo, se presentaba como "el hombre que estuvo muerto dos semanas".
Chaufán explicó que 15 días después del atentado, cuando pudo entrar en el local, encontró un pedazo curvo de paragolpes de plástico bajo los escombros, que reconoció como el de una Trafic. Según dijo, se lo dio a un policía y nunca más se supo de él.
Cuando le exhibieron la foto con las partes de la camioneta recolectadas, no vio allí el resto de plástico. En ese mismo comercio, la policía halló el eje central trasero de la camioneta, que sí está entre los restos registrados.
Fue un momento curioso, ya que Chaufán era un testigo propuesto por los defensores oficiales de los policías acusados, que a último momento desistieron de su declaración. Pero el presidente del tribunal, Gerardo Larrambebere, quiso interrogarlo y todos se sorprendieron cuando escucharon sobre su ignorado hallazgo.
Luego declaró el sargento Jorge Eduardo Bordón, que estaba en un patrullero siempre de guardia en la puerta de la AMIA. El policía aseguró que vio llegar un camión que acomodó un volquete vacío, con lo que alejó la idea de que pudo haber ocultado la bomba.
Precisamente ayer el juez federal Juan José Galeano firmó una resolución en la que sostuvo que no puede considerarse seriamente que el volquete haya sido usado en la explosión. Por eso, dictó la falta de mérito para los dueños del volquete.
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