Se inaugura el sistema de bicing con tres estaciones

A partir de mañana, el sistema de bicing quedará inaugurado en la ciudad de Buenos Aires: los porteños tendrán a su disposición, y en forma gratuita, cien bicicletas distribuidas en tres estaciones de la Capital.

La iniciativa del bicing forma parte del programa Bicicletas de Buenos Aires, impulsado por el gobierno de Mauricio Macri, con la idea de “fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte ecológico, saludable y rápido” y enfrentar así el problema del tránsito, tal como ya se ha llevado a cabo en ciudades como París o Barcelona.

El bicing es un sistema de alquiler de bicicletas públicas que en Buenos Aires tendrá la particularidad de ser gratuito durante esta primera etapa de prueba. Contará con 100 bicicletas distribuidas equitativamente en las tres estaciones: una frente a la estación de Retiro, sobre la plaza Fuerza Aérea, en Ramos Mejía entre Avenida del Libertador y Gilardi; otra en la Facultad de Derecho, sobre Figueroa Alcorta, entre Francisco Romero y Julio Víctor González, y frente a la Aduana, en la plaza Agustín P. Justo, en Moreno entre Paseo Colón y Azopardo.

Las estaciones, de reja metálica y antivandálicas, funcionarán de lunes a sábados, de 8 a 20, y serán manejadas por dos personas en cada turno. Para retirar una bicicleta, que se entregará con casco y candado, será necesario presentar el DNI y una factura de servicio a nombre del solicitante, con fotocopias de ambos. Aquellos que no tengan servicios a su nombre podrán hacerlo con facturas de servicios donde figure su domicilio. Además, en el lugar se le sacará una foto al usuario de manera tal que ya quede registrado en el sistema.

En esta etapa inicial, las bicicletas tendrán un máximo de uso de dos horas y podrán ser devueltas en cualquiera de las estaciones. Además, habrá un vehículo de servicio para redistribuirlas según las necesidades. Según el subsecretario de Transporte porteño, Guillermo Dietrich, la limitación horaria en el uso busca que se hagan trayectos cortos y la rotación de los rodados, de manera tal que en un día una bicicleta haga al menos siete viajes.

A quien no cumpla con las reglas del sistema se le impondrán distintas penalidades de acuerdo con la falta cometida. Por ejemplo, la primera vez que alguien devuelva la bicicleta tarde será suspendido del sistema por una semana; la segunda, por un mes; la tercera, por tres meses, y la cuarta será dado de baja. Lo mismo ocurrirá con quien no la devuelva, al que, además, se le iniciarán acciones legales.

Esta primera etapa de prueba será de un año aproximadamente y, dependiendo de cómo funcione, se implementará algún costo por el uso. El plan oficial apunta, en los próximos meses, a contar con 500 bicicletas y 12 estaciones entre Facultad de Derecho y el parque Lezama, entre ellas Puerto Madero y Facultad de Ingeniería. Y en función de los resultados, la idea del gobierno porteño es llevarla en el futuro hasta un número no inferior a los 5000 rodados.

Dietrich señaló a La Nacion que los mayores desafíos que afrontará el sistema de bicing serán dos: uno de índole operativa, que será el correcto funcionamiento del nuevo software; el otro, el cuidado de las bicicletas, algo que dependerá exclusivamente de los usuarios. “Si se cuidan las bicicletas, no tengo dudas de que el sistema será un éxito”, dijo.

Las estaciones estarán dispuestas dentro del circuito de ciclovías, que hoy ya cuenta con 40 kilómetros.