Ante una "agresión". Sin subtes en la línea B por un paro sorpresivo
Cientos de miles de pasajeros de la línea B de subtes, que une el Bajo con Villa Ortúzar, debieron ayer arbitrar medios alternativos de locomoción a partir de las 14.50 -y hasta el horario de finalización del servicio-, cuando un paro sorpresivo dejó paralizada la línea.
La medida de fuerza fue motivada -según informaban los guardas a los pasajeros que llegaban a las estaciones- por una agresión que habría sufrido un guarda de la línea B por parte de un usuario, que habría perdido a su hijo al arrancar la formación. "No vamos a restablecer el servicio hasta que la empresa Metrovías garantice la seguridad", explicaban los empleados a los pasajeros. Varias horas después, la línea B no había vuelto a funcionar. A las 19, el delegado Claudio Dellacarbonara expresó que la prestación sólo volvería a la normalidad esta mañana, al comenzar la operatoria. Desde la empresa, corroboraron el hecho de violencia ocurrido.
El legislador porteño Juan Pablo Arenaza (Coalición Cívica) reclamó a los delegados del subte que cumplan los acuerdos firmados con el Ministerio de Trabajo el 13 de este mes, en los que se comprometieron a no realizar medidas de fuerza durante los diez días siguientes.
En la línea H, la UTA (sindicato del que son opositores los delegados de la línea B) encabezó otro paro.
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