Vuelven a suspender las clases en la costa atlántica por el fuerte temporal
MAR DEL PLATA.- Ante una madrugada que promete vientos de hasta 80 kilómetros y lluvias de casi 100 milímetros en la zona, por segundo día consecutivo las autoridades municipales dispusieron suspender las clases en el sistema educativo, tanto público como privado, medida que también acompañaron directivos de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Este temporal había provocado desde el lunes el anegamiento de calles e inundación de algunas viviendas. Hasta esta noche, como parte del operativo montado desde el Comité de Crisis del que participan distintos organismos de la comuna, permanecían evacuadas en centros oficiales más de 30 personas y se estimaba que casi 200 habían abandonado sus hogares por propios medios para alojarse en casas de vecinos, familiares o amigos.
Este miércoles, a media mañana, se resolverá si la medida se hace extensiva al turno tarde. Es más que posible ya que hay decenas de escuelas con agua en patios y aulas, otras con cortocircuitos provocados por filtraciones y gran cantidad con accesos complicados por calles con barro o convertidas en verdaderas lagunas. .
La costa en general sufre un intenso temporal. En distrios vecinos como Mar Chiquita, General Alvarado, Villa Gesell y Pinamar también suspendieron las clases este martes dado que las condiciones climáticas eran muy adversas, con lluvias fuertes y continuas desde la mañana de anteayer. Y para esta tarde se esperan complicaciones con fuertes vientos.
"El viento es más peligroso que el agua por la posibilidad de que caigan árboles", aseguró el intendente Carlos Arroyo, que se encargó de confirmar esta suspensión de clases de jornada completa y extendida al miércoles.
Evacuados
La familias evacuadas corresponden a la zona norte de la ciudad. Debieron abandonar sus hogares por el avance del agua y permanecen por estas horas en uno de los centros de evacuación dispuestos por el municipio. Rodrigo Goncalves, titular de Defensa Civil de General Pueyrredón, no descartó que puedan darse más casos. "Se está evaluando y se intervendrá en la medida que sea necesario", dijo.
La cantidad de familias que debieron dejar sus casas es mucho mayor, aunque la mayoría lo hizo por decisión y medios propios. Sin requerir asistencia oficial, permanecen en domicilios de familiares, amigos o vecinos hasta que las condiciones meteorológicas mejoren y baje el agua que en varios sectores de la ciudad cubre las calles de vereda a vereda.
En la medida que la lluvia de un respiro se realizará una revisión del estado de las escuelas para determinar si están aptas para recibir a los alumnos.
Si bien se estima que 60 tienen inundadas las calles de acceso, al menos la cuarta parte de ellas también tienen acumulación de agua en patios, filtraciones en espacios interiores y con ello riesgo de instalaciones eléctricas humedecidas.